“…desde lejos he venido, he llegado desde muy lejos, he tenido que caminar para llegar hasta algunos lugares para tomar colectivo. El viaje ha sido largo, pero ya estoy aquí y pido la palabra, quiero que se me escuche ya que hablo por cientos de personas que han confiado en mí para que yo pueda apoyar que se apruebe el Presupuesto… (Presupuesto Reformulado 2023) …”
“…En este tiempo, en mi pueblo hay sequía, hay mucha gente que sufre y una vez más abre la mano al Estado para que le ayude. He escuchado que en otros pueblos hay incendios forestales y que hay urgencia para dar solución a muchos otros problemas que tenemos en el país...”
Así se presentaba una concejala del municipio de Nor Lípez, del departamento de Potosí, uno de los departamentos que concentra la mayor cantidad de pobreza de Bolivia, pero a su vez, genera una importante cantidad de recursos gracias a la minería, los cuales ingresan a las arcas del Estado en beneficio de todos los bolivianos (y no exclusivamente a Potosí).
Como todo municipio, el gobierno local atraviesa por diversas necesidades, entre las que se pueden encontrar temas de salud, educación, proyectos de inversión, culminación de obras inconclusas, etc., por lo que requieren de recursos para poder atender a la población a la cual se deben.
Si a este aspecto le sumamos la situación por la que se encuentra atravesando el país, entre más de 140 declaratorias de desastre, es más que obvio que la concejala llegó hasta la Asamblea Legislativa Plurinacional con la esperanza de que con el proyecto de Ley de Reformulación del Presupuesto General del Estado 2023 podría conseguir los recursos indispensables para su población.
Sin embargo, no contaba con que lo anteriormente señalado sería pisoteado y sobrepuesto por intereses personales políticos de 92 asambleístas, quienes se ciegan a ver la realidad por la que atraviesa el país.
Es vergonzoso que 92 intereses personales sean tranca para el desarrollo de una sociedad con gente como niños, mujeres, adolescentes, discapacitados y universitarios, quienes son víctimas de actitudes bajas que causan daños colaterales.
Es por eso que, en esta oportunidad, la concejala oriunda de Potosí no tuvo más que expresar su descontento, pero sin duda se fue decepcionada con la clase política de los asambleístas, debido a que (como si fuera de ellos) no pudo llevar los recursos que en su municipio se encuentran esperando.
*Licenciado en Administración de Empresas.