Los candidatos de la derecha fascista a las elecciones generales de 2025 se encuentran sedientos del poder político desde que perdieron las elecciones generales de 18 de diciembre de 2005 y nunca ganaron con más del 50% de los electores.
Porque el pueblo no cree sus mentiras ni sus promesas —no es por mala suerte—; pero, considerándose salvadores de la Patria, ya publicitaron por los medios de comunicación a su alcance que ellos solucionarán todos los problemas y crisis que atraviesa el país, con la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) —olvidándose cínicamente que pedían el apoyo de gobiernos de derecha del mundo, de la OEA, de la Unión Europea (UE), y de la Iglesia Católica, que Bolivia sea intervenida—; lo cual hace ver que no tienen capacidad para resolver los problemas y las crisis creadas por ellos para desestabilizar al gobierno de Luis Arce Catacora. Ello nomás muestra que tales políticos no son patriotas, sino mediocres, al decir de José Ingenieros en El hombre mediocre; y como tales muestran sus malas intenciones.
Esos actos e intenciones de dichos políticos, más sus derrotas en las elecciones generales de 2005, 2009, 2014, 2019 y 18 de octubre de 2020, así como sus graves delitos cometidos durante el golpe de Estado de 2019 y el gobierno de facto de Jeanine Añez, y su planificado golpe de Estado con 10.000 mercenarios —sicarios— extranjeros para evitar la posesión del presidente Luis Arce Catacora, conforme denunció el Ministro de Gobierno con el audio entre el exministro de defensa Luis Fernando López y sus amigos extranjeros, junto a sus fracasos de sus actos desestabilizadores recientemente cometidos, muestran sin lugar a dudas que actúan embriagados por la sed del poder político perdido. Empero, esos antecedentes y malas intenciones vislumbran la imposibilidad de que la derecha fascista pueda ganar en las elecciones generales de 2015.
Las intenciones y planes de los candidatos de la derecha fascista, de recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial para solucionar los problemas que ellos crearon, como ser la escasez de dólares, la falta de combustibles y la especulación de los artículos de la canasta familiar —con la finalidad de convulsionar al país para dar un nuevo golpe de Estado y así recuperar el poder perdido— no justifica desde ningún punto de vista pedir préstamos a dichas entidades internacionales financieras, porque dichos problemas mal llamados crisis que atraviesa nuestra querida Patria no pueden considerarse problemas reales sino ficticios, porque en el sistema financiero nacional el 91,2% son depósitos en bolivianos y el 8,8% en moneda extranjera —no se puede decir lo contrario hablando sinceramente y sin falacias—, problemas y/o crisis que se solucionarán paulatinamente, aplicando las leyes contra dichos políticos y sus empresarios que provocan la especulación, el agio y el contrabando, y con la industrialización que permanentemente viene ejecutando el presidente Luis Arce Catacora.
Por ello no es útil recurrir a dichas entidades financieras, peor si sabemos que las condiciones que imponen generan dependencia, la dolarización, falta de fuentes de trabajo, desempleo, aumento de la pobreza, y ponen en riesgo la soberanía del Estado, conforme muestran los resultados de sus recetas y condiciones impuestas en diferentes Estados del mundo, que quedaron hipotecados —como la Argentina que tiene el 60% de su población sumida en la pobreza—. Por ello son malas intenciones las que tienen los referidos políticos.
El Cabildo Ciudadano realizado el miércoles 4/XII/24 por dichos políticos en Santa Cruz, al convertirse en un pobre mitin político por su escasa concurrencia, fue un rotundo fracaso, porque el pueblo adivinó —o ya sabía— qué iban a decir, pedir y decidir estupideces, como la libertad de Luis Fernando Camacho —exgobernador de Santa Cruz detenido en Chonchocoro por graves delitos—. Los mentados políticos, al parecer, no se dan cuenta de que su falta de patriotismo y el rechazo del 99% del pueblo boliviano a sus planes y sus malas intenciones son la razón de sus fracasos.
Todo ello permite ver que tales políticos se dispararon en el pie y fracasaran en la carrera electoral del 2025; peor aún si ya difundieron sus intenciones de volver a la República rechazando al Estado Plurinacional, para explotarlos y esclavizarlos a los “indios” e “indias” como lo hicieron en la era republicana.
Concluyendo, por esas malas intenciones, resulta claro que lo que quieren los políticos de la derecha fascista es copar el poder para ordenar la libertad de Luis Fernando Camacho, Jeanine Añez y todos los que cometieron delitos durante el golpe de Estado de 2019 y el gobierno de facto de dicha señora; en consecuencia, no es útil ni necesario para Bolivia recurrir al Fondo Monetario Internacional ni al Banco Mundial.
Por: Armando Aquino Huerta/