Los políticos de la derecha fascista que desde la fundación de la República hasta las elecciones generales del 2020 demostraron ser enemigos de la Patria, discriminando a los aymaras, quechuas y guaraníes, y por ello fueron castigados con el voto castigo en las elecciones generales del 2005, 2009, 2014, 2019 y 18 de octubre de 2020.
Actualmente dichos políticos opositores al gobierno constitucional y legítimo de Luis Arce Catacora publicitan mentiras por los medios de comunicación a su alcance, para mellar la imagen del actual Gobierno, gritando: ¡Bolivia colapsó!, ¡Volvemos a las calles!, ¡Esta es una bomba de tiempo!, ¡Vamos a salvar Bolivia!, ¡Sacaremos al MAS del poder!, ¡Tomaremos medidas antes que arda este país!, ¡Al gobierno no le dio la gana de resolver las crisis! —entre otros—, con la finalidad de manipular a los electores para que voten por ellos en las elecciones generales anunciadas para el 17 de agosto del 2025 y ser elegidos para gobernar Bolivia. Ignorando que, por esos gritos, marchas realizadas y bloqueos anunciados, ya se ganaron el voto castigo.
Es más, por el deseo desesperado de captar el voto del pueblo y gobernar, hablan de DEMOCRACIA y LIBERTAD en nombre del pueblo —sin que el pueblo lo haya pedido—, cometiendo así el delito de “Atribuirse los derechos del pueblo” tipificado en el Art. 124 del Código Penal que al respecto dice: “Con la misma pena serán sancionados los que formen parte de… una reunión de personas que se atribuyeren los derechos del pueblo y pretendieren ejercer tales derechos a su nombre”. Es decir, cometiendo ese delito, quieren ganar en las elecciones generales próximas; mejor dicho, quieren ganar delinquiendo. Actitud reprochable desde todo punto vista, porque ningún delito puede dar el poder para ganar nada. No se puede sacar al MAS-IPSP del poder de esa manera.
Con esos gritos, actos demagógicos y antidemocráticos realizados hasta ahora, no cabe duda que ya se ganaron el voto castigo dichos políticos, porque el pueblo reprocha tales gritos y actos anarquistas, ni cree las mentiras y promesas que hacen tales políticos; por ello protestando el pueblo le da su voto castigo merecidamente, porque tales políticos no saben ganarse el apoyo del pueblo, al parecer porque no aprendieron de sus propios errores, pero no es tarde para aprender a callar cuando no se tiene razón ni argumentos para hablar, ni qué decir sí se lanzan furiosas acusaciones sin pruebas de ninguna naturaleza.
La persuasión subliminal hipócrita que contienen sus gritos desestabilizadores y crisis creadas por los referidos políticos, publicitadas permanentemente para manipular al pueblo y recibir su apoyo en las elecciones referidas, permiten advertir fácilmente que no tendrá el efecto deseado, porque se trata de la misma estrategia fracasada durante casi dos siglos y castigada en las anteriores elecciones generales. Realidad que les obliga a leer la PSICOLOGÍA OSCURA de R. J. Anderson, para saber que no es fácil manipular, peor aún si el pueblo sabe que lo quieren manipular.
En dichas elecciones, aparte de elegir al Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, también se elegirá a Diputados, Diputadas, Senadores y Senadoras, en consecuencia surge la pregunta: ¿CUÁNTOS DIPUTADOS Y SENADORES obtendrán los políticos de la derecha fascista neoliberal, teniendo presente que ya se ganaron el voto castigo por las consecuencias de sus actos?
Decir que hay que recuperar la democracia —como dicen— es una gran mentira; porque estamos en plena democracia y libertad, prueba de ello es que tienen varios candidatos y hacen y dicen lo que quieren; esa realidad demuestra que ignoran qué es democracia y qué es libertad. ¿Qué democracia quieren recuperar si la recuperamos en las elecciones de 2020? Esas incoherencias muestran una vez más que ya se ganaron el voto castigo antes de las elecciones, porque el pueblo sabe que esa clase de políticos no merece Bolivia, porque esa capacidad no da ni para ser un simple empleado público. Pena, dirán algunos, y lo más bien hecho.
Tales actos políticos de la derecha fascista y neoliberal constituyen EL COLMO de la ignorancia para captar el voto de los electores; el colmo, porque mienten tanto, que mienten más de lo que necesitan para ganar con ideas geniales, al extremo de que se ganan el voto castigo precisamente por falta de ideas geniales, peor si recordamos que no se conquistan el voto del pueblo manipulándolo. Realidad política que obliga a dichos políticos, recurrir a la Inteligencia Artificial (IA), porque pareciera que incluso ignoran que el MANIFIESTO COMUNISTA de Karl Marx y Federico Engels sigue vigente en la vida política.
Habiéndose ya ganado el voto castigo, dichos políticos no tienen más remedio que unirse al MAS-IPSP ganador de las elecciones generales —venerando sus gritos referidos y crisis creadas—, porque es lógico que las minorías se unan a las mayorías; como seguramente sugerirán algunos politólogos visionarios que leen bien la vida política en Bolivia.
Por: Armando Aquino Huerta/