Al sufrir amenazas económicas y diplomáticas por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los gobernantes de otras naciones han experimentado un efecto curioso: un aumento en las intenciones de voto y la aprobación popular. El informe del Financial Times muestra cómo, paradójicamente, la postura agresiva de Trump ha revitalizado políticamente gobiernos previamente debilitados, desde Ottawa hasta Kiev. Para muchos líderes mundiales, Trump se ha convertido a la vez en una amenaza y un trampolín. Mientras lo resistas hábilmente, podrás obtener aprobación. Pero el precio de la confrontación aún está abierto.
En Canadá, el Partido Liberal corría el riesgo de sufrir una derrota electoral catastrófica. Sin embargo, después de que Trump lanzara ataques contra el país, los liberales adoptaron un discurso de confrontación. Bajo el liderazgo del nuevo primer ministro Mark Carney (ex presidente de los bancos centra- les de Inglaterra y Canadá), el partido recuperó impulso. Con el lema “Canadá fuerte”, Carney se convirtió en el favorito para un cuarto mandato consecutivo, explotando su perfil tecnocrático y aprovechando los sentimientos patrióticos frente a las amenazas estadounidenses.
Pierre Poilievre, líder de la oposición conservadora y aliado ideológico de Trump, vio desaparecer su ventaja de 24 puntos en las encuestas tras el enfrentamiento entre el presidente estadounidense y Canadá. Aunque intenta reposicionar su campaña con un nuevo lema – “Canadá primero” – Carney parece estar más preparado para tratar con Trump, según una encuesta del Instituto Angus Reid: 43% contra 34% de Poilievre.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum también vio cómo su índice de aprobación se disparó, aun cuando adoptó un enfoque diplomático más que beligerante. Al frenar el tráfico de fentanilo y reforzar el control migratorio, sin tomar represalias inmediatas contra las amenazas de Trump, Sheinbaum fue elogiada incluso por el propio republicano, que la calificó de “una mujer maravillosa”. Según El Financiero, su tasa de aprobación alcanzó un impresionante 85%.
En Colombia, el presidente Gustavo Petro también cosechó dividendos políticos al oponerse a la deportación estadounidense de ciudadanos colombianos, aunque se vio obligado a aceptar el regreso de un avión con deportados. Aun así, la reacción fue percibida como un acto de defensa de la dignidad nacional. “Así lucen los colombianos cuando se defienden”, dijo Sergio Guzmán, de la consultora Colombia Risk Analysis.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, tuvo uno de los episodios más tensos con Trump, cuando este fue humillado en una reunión en el Despacho Oval de la Casa Blanca. La provocación generó una ola de solidaridad interna. “Puede que lo odiemos. Puede que seamos duros con él. Pero él es nuestro presidente”, dijo Olena Halushka, del Centro Internacional para la Victoria Ucrania- na. El índice de aprobación de Zelensky saltó al 67%, con un índice neto del 38%, el mejor desempeño desde diciembre de 2023.
Emmanuel Macron, en Francia, logró una sorprendente recuperación tras su visita a Washington. A pesar de las críticas in- ternas y de la persistente impopularidad, el presidente francés subió seis puntos en el índice de confianza, alcanzando el 27%, según el instituto Elabe.
En cuanto al Reino Unido, el Primer Ministro Keir Starmer ha estado en caída libre en las encuestas desde que asumió el cargo. La marea cambió después de su visita a Washington, donde adoptó un tono conciliador, elogió a Trump e incluso entregó una carta del rey Carlos III, invitando al presidente estadounidense a una segunda visita de Estado. La estrategia dio sus frutos: Starmer experimentó un aumento de popularidad de dos dígitos, en la mejor semana desde que llegó al poder.
Por: Tullio Ribeiro