Los precandidatos de la derecha fascista neoliberal, en su campaña preelectoral y propaganda política destinada a captar el voto de los electores, ganar en las elecciones generales de 2025, y gobernar Bolivia, ya están gritando ¡Dios quiere que se vaya el MAS!, manipulando con odio acumulado a millones de bolivianas y bolivianos creyéndose enviados de Dios y salvadores de la Patria.
Generalmente, cuando las personas no pueden obtener lo que quieren y se ven perdidas, levantan el nombre de Dios como última esperanza, aunque no logran lo que querían pese a sus oraciones y rogativas —porque si las oraciones tuvieran poder los curas no pedirían dinero—. Levantar en vano el nombre de Dios es una ofensa y blasfemia al Altísimo, rechazada acremente en el mundo, peor si creyéndose enviado de Dios se manipula al pueblo para gobernar un país. La Biblia en Éxodo 20:7 dice: “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano”.
Usar el nombre de Dios haciendo campaña política para ganar en las elecciones generales referidas y ser elegido presidente del Estado debería ser rechazado por los jerarcas de la Iglesia Católica, pero no dicen nada, al parecer porque ellos también en nombre de Dios manipularon al pueblo inventándose el paraíso y el infierno haciéndole tener miedo. Pero no cabe duda de que el 99% del pueblo rechaza tal herejía y podría pedir la excomulgación de tales políticos por herejes y falsos profetas; aunque los curas siempre han bendecido los golpes de Estado.
Tales precandidatos sabiendo que fracasó su grito ¡Liberen a Camacho! lanzado el 28/XII/2023 en una misa y caravana política realizada en Santa Cruz, y presintiendo que fracasará su amenaza y deseo de ponerlo en libertad a Luis Fernando Camacho, Jeanine Añez y a todos los detenidos en el caso Golpe de Estado I y Golpe de Estado II, se ve que no tuvieron más remedio que levantar el nombre de Dios en vano gritando ¡Dios quiere que se vaya el MAS! Pero como el pueblo ya no cree nada de ellos, seguramente se ríe de ese grito blasfemo.
Otro motivo para levantar el nombre de Dios en vano parece que obedece al miedo que tienen esos políticos, de responder por los daños y perjuicios de los delitos que cometieron durante el golpe de Estado de 2019 y gobierno de facto de Jeanine Añez, y en el paro terrorista de 36 días realizado en Santa Cruz con daño económico de $us 140 millones más o menos; ignorando que el Art. 14 de la Ley 1970 (CPP) dice: “De la comisión de todo delito nacen: la acción penal para la investigación del hecho, su juzgamiento y la imposición de una pena o medida de seguridad, y la acción civil para la reparación de los daños y perjuicios emergentes” concordante con su Art. 36. Así, ese grito no deja de ser blasfemo.
Al creerse enviados de Dios, tales políticos líderes de poca monta, que no hicieron nada bueno por la Patria —diciendo amarla— en los gobiernos de turno del anterior siglo, firmaron un pacto de unidad y ahora gritan ¡Dios quiere que se vaya el MAS! diciendo somos antimasistas; literalmente se tiraron un tiro en el pie en plena carrera electoral los mentados políticos. Mejor dicho, van camino a la derrota en las elecciones próximas, porque esa herejía no la creen los electores que saben que el MAS-IPSP ganó las elecciones generales desde 2005 hasta el presente, y saben que esos políticos no hicieron y no harán ningún milagro.
Lo mejor que pueden hacer tales políticos es dejar de creerse enviados de Dios, no sufrir las crisis de su división por más tiempo, y unirse al MAS-IPSP, considerando que ganó las elecciones generales del 2005, 2009, 2014, 2019 y 18 de octubre de 2020 solo aliándose con Túpac Katari que dijo “Volveré y seré millones” y poniendo en práctica las ideas revolucionarias de Fausto Reynaga; así dejarían de hacer el papel estúpido de ovejas descarriadas. Al respecto, la Biblia en 1 Pedro. 2.25 dice “Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas”, en San Lucas 15.6 “…Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido”. Por esa razón divina, las minorías se unen a las mayorías; y los curas podrían salvarlos del infierno, porque la Biblia en Levítico 26.16 dice: “Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera”. Solo así los mentados políticos de la derecha fascista se olvidarían del sabor de la derrota y conocerían el sabor de la victoria que tanto ansían.
Por el mensaje del spot publicitario de dichos políticos que se creen enviados de Dios, se ve que saben que perderán en las elecciones generales de 2025 y para disimular dudan que se realicen, lo cual quiere decir que tienen planificado su plan B para dar un golpe de Estado como en 2019 con la ayuda de los curas, por ello ya realizaron un “AMPLIADO MULTISECTORIAL NACIONAL” político gritando “vamos a salvar Bolivia”, decidieron exigir varias cosas y realizar una marcha política el 17/marzo/2025. Veremos qué más hacen tales políticos; ojalá no digan que harán milagros para multiplicar los dólares, multiplicar los panes, y multiplicar la resurrección, creyéndose enviados de Dios.
Por: Armando Aquino Huerta/