El proyecto de la Ley del Oro fue aprobado con un número de votos superior al esperado y mínimo necesario.
La suma de estos votos no pudo realizarse solamente con aquellos provenientes de la bancada del MAS, todos coincidieron que se habría recibido el apoyo de los diputados de las bancadas opositoras. El presidente de la Cámara de Diputados señaló que la cantidad de votos que aprobaron el proyecto de ley tiene que ver con la modalidad elegida para su aprobación: el sufragio. Que, a partir de quitársele la presión colectiva o la mirada juzgadora del jefe de partido o de la agrupación ciudadana, cada representante nacional pudo emitir libremente su voto bajo una modalidad conocida, llenando una papeleta en un espacio reservado con la finalidad de evitarse algún tipo de influencia externa en su decisión.
Contrario a lo manifestado por el presidente de la Cámara de Diputados, Comunidad Ciudadana (CC) emitió un comunicado señalando que se utilizarán los mecanismos internos que tienen dentro de su tienda política para investigar quiénes fueron aquellos diputados que votaron a favor del proyecto oficialista. Además, manifestaron que esa modalidad de votación promovió la corrupción. De igual forma, algunos diputados salieron a declarar que el Gobierno habría logrado la aprobación de ese proyecto de ley a través de la entrega de “maletines azules”, insinuando que el Ejecutivo habría pagado a algunos diputados para que voten favorablemente.
Verter acusaciones sobre posibles hechos de corrupción, que seguramente terminarán en retractaciones públicas, no solo afecta a la imagen del Gobierno —que quizá en principio fue el objetivo—, sino también a sus propios militantes. Cuando CC señaló que bastó con elegir una modalidad de votación que no permite el control sobre la votación individual para que se generen hechos de corrupción, atribuye en cada uno de los representantes de CC una permeabilidad ética, se afirma que había sido muy fácil perforar sus principios, que se acepta expresamente que si quieres el voto de algún diputado CC, este tendría un precio y que de seguro no ha de ser muy costoso.
Hace tiempo, demostraron que no comprendían muy bien qué significa ser diputado nacional, que prefirieron visitar una feria exposición en otro departamento que quedarse a cumplir con su trabajo en la ciudad de La Paz. Ahora, los líderes de estas bancadas opositoras los han expuesto, admitieron que sus diputados no es que solo prefieren la fiesta, sino que anteponen el precio de sus ideales a la confianza de sus votantes.
