El poder político viene del VOTO ciudadano, expresado mediante el sufragio de manera igualitaria, universal, individual, secreto, libre y obligatorio, conforme dispone el Art. 43 de la Ley Nº 026 del Régimen Electoral; sin ese voto, ningún político tiene poder, por eso se dice que EL PODER está en EL VOTO. En consecuencia, salta la pregunta: ¿QUÉ PODER TIENEN LOS POLÍTICOS OPOSITORES?
Actualmente los políticos opositores son minoría en la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados de la Asamblea Legislativa del Estado Plurinacional, porque en las elecciones generales del 18 de octubre de 2020 Comunidad Ciudadana (CC) presidida por Carlos D. Mesa apenas obtuvo el 28,83% del electorado, y Creemos representado por Luis Fernando Camacho el 14%; es decir son absolutos perdedores y no tienen ningún poder de decisión ni administrativo, frente al 55,11 % de las electoras y electores que votaron en favor de Luis Arce Catacora del MAS-IPSP, eligiéndolo presidente constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia, cumpliendo con el Art. 45 de la Ley del Régimen Electoral.
Consiguientemente, LOS POLÍTICOS OPOSITORES no tienen ningún poder político, ni siquiera uniéndose, si tenemos presente que muchos de sus diputados y senadores apoyan al actual gobierno constitucional y legítimo, por convicción propia; en otras palabras, los opositores son incapaces en la vida política democrática que vivimos, aunque se den aires de intelectuales, demócratas y salvadores de la Patria, porque incapaz quiere decir: “Que no tiene capacidad o aptitud para algo…”, conforme nos enseña el Diccionario de la Lengua Española (RAE).
Sin embargo, LOS POLÍTICOS OPOSITORES que no tienen ningún poder, por fregar (molestar, fastidiar, perjudicar, importunar) se oponen, cuestionan y rechazan todo cuanto beneficia al pueblo boliviano, verbigracia se oponen al Modelo Económico Social Comunitario Productivo, a la construcción de la carretera Buena Vista-Las Cruces, cuestionan al Estado Plurinacional de Bolivia queriendo cambiarlo por la República de Bolivia, rechazan y desconfían del Censo de Población y Vivienda, entre otros caprichos demagógicos, antipatrióticos y desestabilizadores archiconocidos.
Los políticos de la derecha fascista, aglutinados estratégicamente en el Comité pro Santa Cruz, precisamente por no tener ningún poder político, dicen que llamarán a la asamblea de la cruceñidad para revisar la relación de Santa Cruz con el Estado Plurinacional de Bolivia, ello relacionado a las masacres y delitos cometidos durante el golpe de Estado de 2019 y gobierno de facto de Jeanine Añez, las 38 personas asesinadas, centenares de lesionados graves, miles de detenidos ilegalmente, los 36 días de paro en Santa Cruz con saldo de aproximadamente $us 140 millones que daño económico, los incendios de edificios públicos y privados, y otros delitos cometidos de público conocimiento, hacen ver que ya están lanzando —astutamente— sus planes desestabilizadores, por intereses personales y de grupo; porque poder no tienen para ser elegidos democráticamente ni para captar más diputados ni senadores en las próximas elecciones, aunque se desesperen por captar el voto de hombres y mujeres —como sea—, creyéndose todopoderosos por algunas mentiras que pocas personas incautas aún creen. Al respecto la Biblia en 1 Corintios 4.20 dice: “Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”.