Rita Cetina Gutiérrez (1846-1908), profesora y feminista mexicana, ha destacado en el ámbito de la educación y la defensa de los derechos humanos de las mujeres a lo largo de su vida. Su trabajo fue crucial para impulsar los derechos de las mujeres y promover la igualdad de género en México.
Como una figura influyente en el movimiento feminista mexicano, Cetina combinó su vocación docente con su activismo, logrando un impacto significativo en la construcción de políticas educativas. Aportó al debate sobre la educación un enfoque centrado en la inclusión y la equidad de género, fomentando el pensamiento crítico y la reflexión sobre las estructuras patriarcales que permean las instituciones educativas y la sociedad en general.
Rita Cetina desafió las restricciones impuestas a las mujeres en el siglo XIX y sentó con ello las bases para los movimientos de derechos de las mujeres que surgirían en el siglo XX. Nació en Mérida, Yucatán, en un contexto histórico en el que las mujeres mexicanas estaban limitadas a roles subordinados en la sociedad y donde el acceso a la educación formal les era escaso, con un papel principalmente relegado al hogar y la familia. En este entorno restrictivo se destacó por su deseo de educarse y también por su firme convicción de que las mujeres tenían derecho a acceder a la educación superior y a participar plenamente en la vida pública.
Un libro de Piedad Peniche describe cómo, desde muy joven, Cetina se sintió atraída por la escritura y las ideas progresistas de su tiempo, influidas por el liberalismo y las corrientes intelectuales que abogaban por la emancipación de la mujer. Inspirada por las ideas de igualdad y justicia, entendió que la educación era la clave para cambiar la situación de las mujeres en México. Fue este compromiso con la educación lo que la llevó a fundar el Instituto Literario de Niñas, institución innovadora que buscaba brindar a las niñas una educación integral, y a crear la revista La Siempreviva, que se convertiría en una plataforma crucial para la difusión de ideas feministas en la península de Yucatán.
Uno de los logros más significativos de Rita Cetina fue la fundación de la revista La Siempreviva en 1870, la primera publicación dirigida exclusivamente por y para mujeres en la región. Según Peniche Rivero, La Siempreviva se convirtió en un medio de expresión clave para las mujeres de la época, quienes encontraban en sus páginas una plataforma para discutir temas como la educación, el trabajo, los derechos civiles y la igualdad de género. A través de esta revista Cetina y otras colaboradoras promovieron la idea de que la educación era el medio principal para que las mujeres alcanzaran la libertad y la autonomía.
El contenido de La Siempreviva iba más allá de los temas convencionales asociados a las mujeres de la época. Cetina utilizó este medio para difundir ideas sobre la importancia del pensamiento crítico, el acceso al conocimiento y el papel activo que debían tener las mujeres en la sociedad. Además, la revista reflejaba un feminismo que vinculaba la reflexión teórica y la acción política, al respaldar la creación de instituciones educativas específicamente dedicadas a la formación de mujeres. Circulaba en un contexto provincial, pero su impacto fue profundo y resonó más allá de las fronteras de Yucatán. La publicación abrió un espacio para que las mujeres discutieran asuntos que afectaban sus vidas cotidianas y les proporcionó las herramientas intelectuales para desafiar las estructuras patriarcales.
El Instituto Literario de Niñas, fundado por Rita Cetina en 1870, fue una de las primeras instituciones educativas en México que ofrecía a las niñas una formación académica similar a la de los hombres. En un país donde la educación femenina tenía un programa diferenciado que no incluía las ciencias duras y se limitaba a la enseñanza religiosa y doméstica, Cetina rompió esquemas al crear un espacio donde las niñas podían aprender ciencias, literatura, matemáticas y otras materias reservadas hasta entonces para los hombres.
Este instituto fue una verdadera cuna del feminismo mexicano. La escuela no solo educaba a las niñas en conocimientos tradicionales, sino que también les inculcaba un sentido de autonomía y la conciencia de sus derechos. A través de esta educación integral Cetina estaba preparando a una nueva generación de mujeres capaces de ocupar espacios públicos y participar activamente en la transformación social. El Instituto Literario de Niñas se basaba en la premisa de que las mujeres, al igual que los hombres, tenían la capacidad y el derecho de recibir una educación que les permitiera ser ciudadanas plenas. La visión educativa de Cetina fue revolucionaria, ya que no solo ofrecía a las mujeres una formación académica, sino además un espacio de empoderamiento desde el cual podían desarrollar una conciencia crítica sobre su situación en la sociedad.
Rita Cetina contribuyó al desarrollo del feminismo en México con su lucha por la educación como el medio para la emancipación de las mujeres y la igualdad de género.
La Paz/AEP