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Armando Aquino Huerta

Secuestro increíble del gobernador…

Hace casi un año fue aprehendido y detenido preventivamente el golpista confeso Luis Fernando Camacho —gobernador de Santa Cruz—, aplicando el Art. 20 del Código Penal, que lo señala como autor de los delitos cometidos durante el golpe de Estado de 2019 y gobierno de facto de Jeanine Añez.


El Art. 5 de dicho Código dice: “La ley penal no reconoce ningún fuero ni privilegio personal…”; además porque los Arts. 129. 2) y 3), 226, 227, 233 bis y 236 del Código de Procedimiento Penal facultan librar mandamientos de aprehensión y detención preventiva. Cuyo personaje debió ser detenido el 10 de noviembre de 2019, cuando ingresó al Palacio de Gobierno con la Biblia en la mano, hablando en nombre del pueblo y diciendo estar orgulloso y no arrepentirse de lo que hizo, gritando después desafiante y públicamente ¡venga a detenerme!, al parecer, intuyendo que el hombre es arquitecto de su propio destino. Consiguientemente, la aprehensión y detención preventiva del golpista Luis Fernando Camacho es legal desde todo punto de vista, porque dichas leyes lo mandaron a la cárcel.

En consecuencia, el hecho de que Luis Fernando Camacho esté en la cárcel de Chonchocoro no es secuestro; sino justicia pura aplicando leyes correctamente y con el “debido proceso”, porque los delitos imputados en su contra están probados por los informes del GIEI-BOLIVIA de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la Universidad de Salamanca, del New York Times, The Washington Post, la Fundación Carolina de España, y otros.

Pero los golpistas y políticos de la derecha fascista quieren hacer creer que dicho gobernador está secuestrado desde el 28/XII/2022, y para ello incendiaron instituciones públicas como es el edificio de la Fiscalía Departamental de Santa Cruz y las pruebas de varios delitos que se encontraban en su interior, quemaron vehículos públicos y privados, e intentaron tomar la Policía Departamental de Santa Cruz varias veces lesionando e hiriendo a policías; todo para hacer creer que su gobernador estaría secuestrado.

Respecto al secuestro, el Diccionario de la Lengua Española (RAE) dice: “Secuestrar. Retener indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate, o para otros fines”, y el Art. 334 del Código Penal dice: “El que secuestrare a una persona con el fin de obtener rescate u otra indebida ventaja o concesión para sí o para otros como precio de la libertad de la víctima, será sancionado con la pena de cinco (5) a quince (15) años de presidio. Si como consecuencia del hecho resultaren graves daños físicos en la víctima o el culpable consiguiere su propósito, la pena será de quince (15) a treinta (30) años de presidio. Si resultare la muerte de la víctima, se aplicará la pena correspondiente al asesinato”. Analizando: 1. Hasta hoy día no probaron quién o quiénes lo secuestraron, por qué ni para qué. 2. No dijeron cuál era —o es— la finalidad del secuestro —ajuste de cuentas o económica— 3. No dijeron qué cantidad de dinero exigen los secuestradores por la libertad del secuestrado. 4. No probaron qué comunicaciones telefónicas hay entre los secuestradores y familiares o amigos del secuestrado. 5. Tampoco dicen por qué no pagan el dinero exigido por los secuestradores, para liberar al secuestrado. 6. No explican cómo el secuestrado es visitado por familiares, amigos y abogados.

Tal realidad demuestra el SECUESTRO INCREÍBLE DEL GOBERNADOR Luis Fernando Camacho; más increíble aún, si él está feliz con muchos privilegios gobernando y trabajando para Santa Cruz desde la cárcel de Chonchocoro, cual TODOPODEROSO; ni qué decir si sus recientes visitantes dijeron: Está muy bien, recuperado, fuerte de ánimo, contento, compenetrado en todos los temas, inclusive agradecieron que se esté cumpliendo la norma y se respete la Constitución y los derechos de los privados de libertad. ¿Puede un secuestrado tener privilegios, gobernar y trabajar normalmente? La mentira del secuestro no resiste el menor debate ni entre necios o tontos. Por esa realidad, no hay ninguna denuncia, imputación, acusación, ni juicio contra ningún secuestrador.

Concluyendo, dicho secuestro es una vil mentira, una estupidez, una tontería y una necedad, creíble solo por los idiotas; dicho gobernador está detenido por las leyes, la justicia, y porque no hay ley ni versículo de la Biblia que lo defienda. DURA LEX, SED LEX. La Biblia en Mateo 5.26 dice: “De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante”.


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