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Tulio Ribeiro

Una América Latina más integrada puede negociar mejor con la UE

La reunión se situó en una inercia estática por la insistencia europea en imponer sus objetivos, como una declaración final que mostraba poco acuerdo en temas como la guerra de Ucrania. Analizando la verdad más sucinta, en la Cumbre UE-Celac hubo acuerdos bilaterales, pero no con Mercosur que era el gran objetivo mutuo. Mientras unos esperaban que en esta reunión se ratificara el acuerdo de 2019, que lleva años estancado, otros, como Brasil, subrayaron que ese no sería el momento.

Esta Cumbre UE-CELAC de Jefes de Estado y de Gobierno se celebró formalmente en Bruselas el 17 y 18 de julio de 2023, cuando España ocupa la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea. Inicialmente, el mensaje se centra en el relanzamiento de las relaciones UE-CELAC, la importancia de firmar acuerdos comerciales y de asociación bilaterales pendientes, revitalizar el multilateralismo, el estricto cumplimiento del derecho internacional y el respeto a las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, intensificar los esfuerzos para superar las consecuencias de la múltiple crisis (inflación, seguridad alimentaria, salud, migración y energía) e intensificar las medidas para combatir el cambio climático.

El tema crucial para Europa efectivamente golpeó avances, las diferencias entre los líderes latinoamericanos por la invasión de Rusia a Ucrania parecían obstaculizar los consensos necesarios para un documento final, mientras la UE buscaba nuevos aliados políticos y económicos en relación con la guerra y el recelo hacia China. Transición energética, sin embargo, las cuentas finales de la cumbre revelan que uno de los temas que se retomó en la agenda fue la transición energética —cabe señalar que la Celac es más un grupo de coordinación de políticas que un bloque organizado. De hecho, la cumbre permitió que varios países de la región —entre ellos Argentina, Ecuador, Honduras, El Salvador y Uruguay— concluyeran el cónclave con un acuerdo marco que regulará sus relaciones con el viejo continente. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, firmó un memorando de entendimiento con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el que se trazan líneas fundamentales de cooperación energética en las áreas de hidrógeno y sus derivados, energías renovables, eficiencia energética, gas natural y gas natural licuado. “En beneficio de nuestro crecimiento y generación de empleo, podemos ser proveedores de confianza en la transición hacia energías limpias y renovables”, escribió Fernández en su cuenta de Twitter.

En el caso de Ecuador, el ministro de Asuntos Exteriores, Gustavo Manrique, firmó un memorando de entendimiento para mejorar el diálogo político y sectorial, así como la cooperación para la próxima década, con el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en presencia del mandatario de ese país, Guillermo Lasso. En cambio, con Honduras y El Salvador, Borrell firmó acuerdos más escuetos que sientan las bases para un diálogo político bilateral a través de “consultas periódicas”. En el caso de El Salvador, el Alto Representante firmó el acuerdo con la ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill Tinoco, mientras que en el caso de Honduras, firmó el acuerdo con el ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Reina. Borrell insistió en que El Salvador es un socio “confiable” de la UE, pero profundizó en que debe ser un país “más justo” y aumentar la “transparencia” y la “gobernabilidad democrática”. Respecto a Honduras, el jefe de la diplomacia indicó que el objetivo es incrementar la lucha contra la deforestación y tener relaciones “más profundas” y “fructíferas” con el país centroamericano, a través de un “diálogo abierto y regular”. Asimismo, la UE y Uruguay firmaron este martes en Bruselas un memorando de entendimiento que sienta las bases para futuras inversiones en energías renovables, eficiencia energética e hidrógeno renovable en el marco de la iniciativa comunitaria Global Gateway. El canciller uruguayo, Francisco Bustillo Bonasso, y la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, sellaron el acuerdo en presencia del gobernante uruguayo, Luis Lacalle Pou, y el presidente de la Comisión Europea.

Por su parte, el jefe de Estado de Colombia, Gustavo Petro, acordó en Bruselas, con el primer ministro de Portugal, António Costa, una hoja de ruta para la producción de energía limpia y le extendió una invitación para visitar el país andino el próximo año. Además, en una carta que Petro entregó a Costa, lo invitó a realizar una visita oficial a Colombia en el primer semestre de 2024 para avanzar en la agenda binacional, que, entre otros temas de interés, tiene como uno de los pilares las energías limpias, señaló la Presidencia de Colombia en un comunicado. En este contexto, también destacó el acuerdo de modernización alcanzado entre el bloque y Brasil, el cual está pendiente de ratificación por parte del Consejo Europeo para su entrada en vigor a finales de año.

Ante ello, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió este mes la presidencia pro témpore del Mercosur, deseó que la Cumbre Celac-UE sea el “pilar” para que se concluya el acuerdo entre los dos bloques, en medio de los dilemas que aún persisten entre ambas partes. En esa línea, el canciller alemán, Olaf Scholz, se mostró convencido este martes, al término de la Cumbre UE-Celac, de que, una vez superado “algún pequeño obstáculo”, será posible alcanzar pronto un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur. “Estoy convencido de que ahora hemos ganado tanto impulso, también gracias a la cumbre, que es posible esperar que haya un resultado pronto”, señaló Scholz. El primer ministro de Portugal, António Costa, resaltó que ambos países analizan cómo “ayudar” al Mercosur y al “acercamiento” de la Unión Europea (UE), y ratificar el acuerdo entre ambos bloques. “Hablé varias veces en estas intensas horas con el Presidente de Brasil, también sobre el Mercosur, pero también sobre las relaciones bilaterales y la forma en que Portugal y Brasil pueden ayudar a que el Mercosur y la UE se acerquen”, indicó. La Comisión Europea aprovechó el encuentro para trasladar a América Latina y el Caribe que las instituciones de la UE y los Estados miembros invertirán 45.000 millones de euros en la región hasta 2027 a través de su programa Global Gateway, en áreas como materias primas, infraestructura tecnológica, energía limpia o salud.

Abriendo la voz a la realidad, Lula está lejos de poder liderar la Celac o el Mercosur. Ya son constantes las broncas con el chileno Boric, quien criticó la falta de avances efectivos, y escuchó al brasileño acusarlo de ser demasiado joven para su prisa. Uruguay y Paraguay refuerzan el bloque opositor a Lula. El mandatario brasileño tiene demasiados problemas internos, logró solo el 20% del congreso, ganó las últimas elecciones por solo el 0,7% y con eso ni siquiera intentó elegir a los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados. Ha liberado miles de millones en enmiendas parlamentarias en vísperas de las elecciones, una práctica similar a la del expresidente Jair Bolsonaro.

Celac necesita unirse antes de enfrentar a Europa. El viejo continente, en una crisis que tiende a agudizarse ayudando a que el futuro sea mejor que el presente para nosotros, ha perdido competitividad productiva eficiente, quiere vender y no comprar, quiere comandar la Amazonia e incluso logra controlar las compras gubernamentales de las naciones latinoamericanas. Es inaceptable involucrar a nuestros países en el conflicto que generó la OTAN con Rusia. Pueden existir acuerdos bilaterales espaciados, pero cuando superan la existencia del acuerdo intercontinental, muestra la debilidad o falta de liderazgo del bloque latino, que debería reforzar su integración en lugar de pretender ser satélites de acuerdos bilaterales entre la UE y EEUU.


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