La relatora especial sobre la protección de los derechos humanos, Fionnuala Ní Aoláin constató que todos ellos viven con daños constantes como consecuencia de prácticas sistemáticas de tortura y detención arbitraria.
Una evaluación de Naciones Unidas efectuada a la cárcel militar de Estados Unidos en territorio ilegalmente ocupado en Guantánamo, Cuba, determinó ayer que es prioritario su cierre debido a las injusticias cometidas allí.
La relatora especial sobre la protección de los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo, Fionnuala Ní Aoláin, conoció a algunos de los prisioneros gracias a una visita realizada al sitio, y constató que todos ellos viven con daños constantes como consecuencia de prácticas sistemáticas de tortura y detención arbitraria.
Explicó en un comunicado que “para muchos, la línea divisoria entre el pasado y el presente es sumamente delgada y las experiencias pasadas de tortura viven en el presente, sin un final evidente a la vista”.
Expresó asimismo grandes preocupaciones por el apresamiento continuo de 30 hombres y la arbitrariedad sistemática que caracteriza su día a día, que conlleva “inseguridad, sufrimiento y ansiedad a todos, sin excepción”.
Estimó que, no obstante la gravedad y naturaleza de los daños físicos y psicológicos actuales de muchos detenidos, la infraestructura implica una vigilancia casi constante, extracciones forzadas de celdas, uso indebido de restricciones y otros procedimientos operativos que violan el respeto a los derechos humanos.
Por lo mismo, la relatora Fionnuala Ní Aoláin declaró que constituye una prioridad “que se cierre esa instalación”.