El presidente de EEUU ha puesto el foco en la migración irregular y amenaza con sanciones económicas para las naciones que no estén en línea con sus políticas.
La llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU, ha causado todo un terremoto en América Latina. Su política contra la migración irregular y las coacciones a varios países han marcado la primera semana de su segundo mandato.
El encontronazo más sonado se ha producido en la última semana con el Gobierno del presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Sanciones
Después de que Bogotá se negara a acoger aviones con ciudadanos colombianos deportados, alegando que no se estaban respetando sus derechos, un cruce de sanciones y amenazas de EEUU, contra el país sudamericano concluyó en las últimas horas con una negociación en la que Petro terminó aceptando las condiciones de Trump.
En siete días, Trump ha acabado prácticamente de un plumazo con el sistema de asilo internacional, una acción que envía un claro mensaje a la región: su prioridad con la región será el tema migratorio.
En paralelo, canceló la aplicación con la que los migrantes pedían cita para solicitar asilo en los puestos fronterizos; y reinició el programa Quédate en México, que obliga a migrantes de terceros países a permanecer en territorio mexicano.
Incluso ha ordenado eliminar la concesión de la ciudadanía estadounidense a todas las personas nacidas en EEUU, independientemente del estatus de sus padres. Una medida que se encuentra suspendida y ha sido recurrida ante los tribunales por ser claramente anticonstitucional.
Cierre de vías
El cierre de todas esas vías legales reducirá en el corto plazo el número de migrantes en la frontera, pero se espera que el número vuelva a aumentar cambiando las vías seguras por las rutas más peligrosas, que podrían provocar más muertes.
Según los datos que recoge la organización de defensa de los derechos humanos en las Américas, Wola, los agentes de la Patrulla Fronteriza han encontrado los restos mortales de más de 10.000 migrantes en territorio estadounidense desde el año 2000.
Trump ha reiterado su intención de llevar deportaciones masivas para sacar del país a todos los migrantes en situación irregular.
Si consigue implementar esta política, para lo que necesitará ingentes recursos, estaríamos hablando de deportar a alrededor de 13 millones de personas, más del 3% de la población del país, según el Consejo Americano de Inmigración.
Según esa institución esas deportaciones masivas costarían alrededor de 88.000 millones de dólares al año.
RT/AEP