La NASA presentó el avión experimental X-59 que es capaz de romper la barrera del sonido sin el característico estampido sonoro, lo que permitirá el desarrollo de aviones comerciales supersónicos que recortarán el tiempo de vuelo de forma sustancial.
Según explicó Pam Melroy, viceadministradora de la NASA, durante la presentación del avión en la localidad californiana de Palmdale, aviones supersónicos basados en el X-59 permitirán, por ejemplo, reducir a la mitad el trayecto Nueva York-Los Ángeles, que actualmente requiere seis horas y 30 minutos.
El X-59 volará a una velocidad de 1.488 kilómetros por hora, alrededor de 1,4 veces la velocidad del sonido.
De esta forma, el X-59, en cuyo desarrollo también ha participado Skunk Works (la unidad de programas avanzados del fabricante aeronáutico Lockheed Martin y responsable de históricas aeronaves como los aviones espía U-2 y SR-71 Blackbird), supera el principal obstáculo al que se ha enfrentado la aviación supersónica.
Al rebasar la velocidad del sonido, que se sitúa en alrededor de 1.235 kilómetros por hora dependiendo de las condiciones, los aviones supersónicos generan un estampido sónico que pude superar los 200 decibelios.