Los organizadores de la marcha estiman que alrededor de 30 mil personas participen en la tercera toma de Lima para exigir la dimisión de la presidenta Boluarte.
Miles de personas se movilizarán este martes en la capital peruana en la llamada “tercera toma de Lima” para expresar su rechazo hacia la presidenta designada Dina Boluarte, quien lleva poco más de seis meses en la presidencia del país suramericano.
La masiva movilización fue convocada por la Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (Cunarc), la Confederación General de los Trabajadores del Perú (CGP), gremios docentes, movimientos indígenas y diversos colectivos.
Los organizadores estiman que alrededor de 30 mil personas participen en la tercera toma de Lima para exigir la dimisión de la presidenta Boluarte, el cierre del Congreso, el adelanto de elecciones generales y la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Más de 13.000 personas han viajado a Lima desde varias regiones de Perú para participar en las movilizaciones en Lima.
Se tiene previsto que la movilización arranque en horas de la tarde en el centro de la capital peruana, por lo que la Policía Nacional anunció que desplegará alrededor de 24.000 policías en varias zonas de Lima.
También se esperan marchas y movilizaciones en las ciudades de Cajamarca, Apurímac, Lambayeque, Ica, Huancayo, Tumbes, Piura, Chiclayo, entre otras ciudades.
En la víspera a la tercera toma de Lima, la presidenta Dina Boluarte señaló que las movilizaciones de este miércoles en la capital peruana constituyen “una amenaza a la democracia”, alegando que no vas a permitir este derecho de los peruanos y peruanas.
Según Boluarte, la movilización en Lima representa una amenaza a la democracia, al Estado de derecho, a la institucionalidad y añadió que como mandataria no lo va a permitir ni a aceptar.
A pesar de criminalizar la marcha en la ciudad de Lima, la presidenta designada planteó que el Ejecutivo respetará la protesta pacífica, pero enfatizó que no permitirá actos de violencia por parte de los manifestantes.
Boluarte llamó a la Fiscalía, la Defensoría del Pueblo y las Procuradurías de Estado para que "estén acompañando durante la marcha, para que podamos garantizar que estas sean pacíficas, que no violenten el derecho ajeno".
La tercera toma de Lima impulsada por organizaciones sociales del sur del país, tiene sus antecedentes en otras dos convocatorias que se realizaron en enero y febrero de este mismo año y que no lograron su objetivo principal: el de lograr que la jefa de Estado renuncie a su cargo y convoque a nuevas elecciones generales.