Durante un acto celebrado en el Colegio de Abogados de Lima la tarde del lunes, Becerra dijo que “solo en Lima” hay entre 500.000 y 700.000 menores de edad que no tienen la posibilidad de ir al colegio “y no hay donde ponerlos”.
El ministro de Educación de Perú, Oscar Becerra, está de nuevo en el centro de una polémica, algo que ha sido recurrente en su gestión e incluso le ha valido una interpelación en el Congreso. En esta ocasión, la controversia tiene que ver con su valoración sobre las escuelas públicas.
Durante un acto celebrado en el Colegio de Abogados de Lima la tarde del lunes, Becerra dijo que “solo en Lima” hay entre 500.000 y 700.000 menores de edad que no tienen la posibilidad de ir al colegio “y no hay donde ponerlos”.
“No van al colegio, porque el colegio no sirve para nada”, aseveró el funcionario. “Los colegios buenos, de precios razonables, tampoco tienen sitio”, añadió en referencia a las escuelas privadas.
La autoridad planteó la posibilidad de establecer el llamado ‘voucher educativo’, con el cual el Estado financiaría la pensión de los jóvenes en instituciones privadas.
“Es más, ya tengo el acuerdo en principio —tras bambalinas (porque) todavía no es oficial—, con el Ministro de Economía de ensayar, de buscar colegios decentes, donde podamos poner a esos chicos, aunque sean los fines de semana”, manifestó.
Crítica a la CIDH
La declaración de Becerra pasó desapercibida porque tanto los medios como sectores políticos se refirieron mayormente a sus palabras acerca de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su exhorto a favor de la pena de muerte, abolida en el Perú en 1979.
“Traigamos los vouchers, pero también traigamos la pena de muerte. Y salgamos de ese adefesio que es la CIDH, con el perdón de los adefesios”, afirmó entre aplausos de los presentes en el acto.