Ahora está previsto que sea trasladado a la prisión de San Mateo, donde esperará recluido hasta su extradición a Perú.
El expresidente de Perú Alejandro Toledo se entregó ayer a las autoridades de EEUU para iniciar el proceso de extradición a su país, en donde enfrentará una serie de juicios por presunta corrupción.
Toledo debía llegar de manera voluntaria a las nueve de la mañana (hora local) a la Corte de Justicia situada en la localidad de San José, empero llegó minutos después.
Medios locales informaron que Toledo ingresó por un edificio distinto, lo que generó zozobra entre los periodistas que estaban en la Corte de Justicia. Fuentes de la Cancillería peruana confirmaron que ya está en manos de las autoridades estadounidenses.
Ahora está previsto que sea trasladado a la prisión de San Mateo, donde esperará recluido hasta su extradición a Perú.
De esta forma terminan cuatro años de un largo proceso en el que Toledo primero fue considerado prófugo de la justicia y luego, cuando lo detuvieron por primera vez en California, comenzó una larga estrategia de dilaciones para evitar su regreso a Perú.
A sabiendas de que ya se habían agotado las instancias judiciales, el exmandatario reveló que se entregaría el viernes durante la mañana.
“No sé cuánto tiempo me van a tener aquí en la cárcel y no sé quiénes van a venir a recogerme de Perú, lo único que le pido a la justicia es que no me maten en la cárcel, déjenme luchar con nuestros argumentos”, señaló en una entrevista con la agencia española EFE.
A sus 77 años, este economista se sentará en el banquillo de los acusados para responder a los delitos de tráfico de influencias, colusión y lavado de activos. Si es encontrado culpable, se arriesga a recibir una pena de hasta 20 años de prisión.