Los procesos revolucionarios en las provincias del Perú y la victoria en los campos de Ayacucho lograron la libertad y la igualdad en los antiguos territorios de la Real Audiencia de Charcas.
El presidente Andrés de Santa Cruz desempeñó un papel fundamental al emitir un decreto el 23 de marzo de aquel año, que declaraba la abolición de la esclavitud en territorio boliviano.