Su legado perdurará en el corazón de quienes aprecian el arte en Bolivia.
Desde 1973, esta formación ha permitido a profesionales bolivianos transformar sus carreras y elevar la archivística en el país. Estos archivistas, ahora líderes en su campo, continúan promoviendo la profesionalización y el reconocimiento del campo, demostrando la importancia de la capacitación en la preservación del patrimonio documental boliviano.