Afirma que la Verde debe ser local en La Paz, y por las condiciones que se tienen está obligada a clasificar a la próxima cita mundialista.
La Paz, 03 de julio de 2023 (AEP).- Con argumentos sólidos y contundentes, basados en la experiencia y en los logros deportivos que vivió en su extensa carrera dirigencial, el expresidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Guido Loayza Mariaca, asegura que anteponer intereses políticos y económicos a los deportivos no es lo más aconsejable para cambiar la sede de los partidos de la Selección nacional de las Eliminatorias al Mundial 2026.
Afirma que la Verde debe ser local en La Paz, y por las condiciones que se tienen está obligada a clasificar a la próxima cita mundialista.
Don Guido, ¿cómo le irá a la Selección en las Eliminatorias al Mundial 2026?
- Todos tenemos la esperanza de que la Selección tenga una muy buena participación y que podamos ir al próximo Mundial, tenemos las mejores condiciones, porque si hemos ido a un Mundial cuando clasificaban tres selecciones, ahora que clasifican el doble —6,5— tenemos todas las chances y es una obligación ir al Mundial 2026.
¿Cómo ha visto a la Selección?
- Hay valores importantes, lo que hay que hacer es trabajar y mucho; no entiendo cómo no se ha empezado a trabajar en noviembre; en cuanto terminó el campeonato la selección ya debía empezar a entrenar, debía reunirse y aprovechar todo ese tiempo del Mundial y el receso para practicar, aunque no sacamos nada quejándonos. Ahora, hay que trabajar con mucha intensidad porque tenemos todas las condiciones para clasificar al Mundial 2026.
A nivel de jugadores, ¿es lo que tenemos o hay que explorar algo más?
- Es con trabajo que van a ir saliendo. En la Selección que clasificó al Mundial 94 aparecieron los jugadores Ramallo, Sandy, que no eran fichas fijas, eran grandes dudas, pero resultaron siendo figuras, por eso digo que esto es cuestión de trabajo y ojo, viendo qué futbolistas pueden responder.
¿La técnica de los seleccionados que clasificaron al Mundial del 94 es la misma que se visualiza en los actuales jugadores convocados a la Verde?
- Sí. Es cuestión de preparación. Por ejemplo, ocho de los futbolistas con los que se clasificó al Mundial 94 jugaron un año antes la Copa América y salimos últimos esa vez. Ecuador nos ganó 4-0. En cambio, bien preparados y trabajados, con mucha enjundia y psicológicamente muy fuertes, le ganamos a Ecuador en La Paz y le empatamos en Guayaquil en las Eliminatorias.
¿En qué se debe incidir para llegar en buenas condiciones al primer partido?
- En trabajar, y mucho, en todos los aspectos, en lo físico, técnico, táctico, estratégico y mental para llegar en las mejores condiciones; jugando así en La Paz tenemos grandes posibilidades de clasificar a la cita mundialista.
¿Qué opinión le merece la posibilidad que abrió el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Fernando Costas, de llevar a otro departamento la sede de los partidos de la Selección en las Eliminatorias?
- Debe saber por qué lo dijo, algunos han cambiado con éxito, otros sin éxito. Cuando nosotros clasificamos al Mundial vinieron los de la Federación Ecuatoriana, a quienes les expliqué por qué habíamos elegido jugar en La Paz; ellos, que jugaban en Guayaquil, decidieron cambiar a Quito y les fue muy bien. Lo contrario ocurrió con Colombia, porque eran locales en Barranquilla y pensaron que jugando en Bogotá les iba a ir mejor, pero les fue peor, hasta que decidieron volver a Barranquilla.
Entonces, cada uno debe analizar cuidadosamente cuáles son sus ventajas y elegir la sede que más le convenga.
En el caso de Bolivia, ¿estaría bien que la Selección juegue en otro lado que no sea La Paz?
- Depende de lo que la Federación estudie, yo no me quisiera meter en eso porque es un trabajo interno, y si ellos ven que es mejor, hay que aceptarlo, pero también hay que ver cuántos jugadores tenemos afuera; si tuviéramos como la mayor parte de los países, que juegan a nivel del mar, traerlos a jugar en la altitud es un demérito; si ocurre lo contrario, es una ventaja, como es el caso de Bolivia, que tiene a su Selección integrada por futbolistas que juegan en clubes de altitud; entonces, es mejor jugar en La Paz.
¿Para usted es una ventaja o una desventaja?
- Si nuestros jugadores están aclimatados a la altura y al vuelo de la pelota, es una ventaja jugar en La Paz; pero si la mayor parte de los futbolistas vienen del llano, ya no sería una ventaja.
¿El interés político y económico se puede anteponer a lo deportivo?
- En esto lo importante es lo deportivo, lo demás va a venir por gravitación propia; después de ir al Mundial te dan muchos millones de dólares y se tienen todas las ventajas, pero dar una ventaja al comienzo no tiene ningún sentido.
Hay que pensar en el mediano y largo plazo, sobre todo en la importancia de participar en un Mundial. Antes clasificaban 24 selecciones, hoy serán el doble (48); entonces, el nivel de exigencia es mucho menor al que sufrimos nosotros en 1993, tiempo en el que era muy difícil clasificar, era otra época, pero hoy tenemos todas las ventajas y condiciones para estar en el próximo Mundial. No hay excusa para no clasificar.
En esas condiciones, ¿si no se clasifica, será un fracaso?
- Sí. Antes teníamos que dejar en el camino a muchas selecciones fuertes y clasificamos sin repechaje, cosa que no ocurrió con Argentina, con Maradona incluido, tuvo que jugar con Australia y apenas clasificó porque habían muy pocas plazas; en cambio, ahora hay tantas que uno los puede dejar tranquilos a los grandes para que clasifiquen, ya no hay la necesidad de sacar a Brasil, Argentina y Uruguay para clasificar; al contrario, ahora son aliados nuestros porque si logramos ganar en casa y todo lo que ellos ganen de visitante, será un beneficio para nosotros.
Como ocurrió con la clasificación de Bolívar en la Copa Libertadores, le ganó a Palmeiras —que es el mejor equipo de América de los últimos tres años—, ha pasado a ser su mejor aliado y eso puede pasar en una cosa enteramente análoga con la Selección. Si nosotros les ganamos a los grandes en La Paz, estaremos bien encaminados, porque van a ser aliados nuestros y van a robar puntos de visitante en muchas canchas que nos van a favorecer.
¿El plan que aplicó para clasificar al Mundial puede funcionar en la actual dirigencia de la Federación?
- La clave está en los detalles, hay que cuidar todos, además de apostar por algo y jugarse hasta el final. Nosotros trajimos un técnico que era rechazado en Bolivia, pedían que se vaya, mandaban cartas, amenazaron de muerte al DT para que se vaya, pero lo mantuvimos contra viento y marea, y contra todo lo que pensaba la gente, que decía que habíamos traído a un ilustre desconocido, después él dijo que era desconocido ilustre, peleamos, nos mantuvimos firmes en lo nuestro, perdimos 1-3 con Chile, al final todo se dio la vuelta y Xavier Azkargorta era la palabra para todo.
Si había sequía, había que preguntarle a Azkargorta; si había problemas con las madres solteras, había que preguntarle a Azkargorta (sonríe); al comienzo no fue así, toda la prensa y la gente estaba en contra. Lo fuerte es mantenerse en lo que uno cree, hacer un grupo muy sólido, entre dirigentes, cuerpo técnico, jugadores y luego con la hinchada, con el pueblo; si funcionan todas las cosas, se dan los resultados.
En ese contexto, ¿cómo ve a la actual dirigencia del fútbol boliviano?
- Ignoro, no estoy inmerso en ello. Creo que es una cosa que debería estar descontada. Lo único que deseo es que tomen las mejores decisiones y que les vaya muy bien, nos den la alegría de volver a estar en un Mundial.
¿El técnico elegido es el adecuado?
- Es un técnico que tiene muchos logros, no a nivel de selección, pero sí de clubes. Seguro que la Federación ha analizado cuidadosamente para y por qué vino. Cuando nosotros elegimos al técnico la teníamos muy clara la situación, lo de Xavier Azkargorta fue muy difícil, logramos convencerlo y todo salió bien.
¿Qué opina de la clasificación de Bolívar a octavos de final de la Copa Libertadores?
- Estoy muy feliz, sé lo difícil que es eso, pero ya estamos en octavos; hay que pelear para pasar a cuartos y ojalá lleguemos, al menos, a igualar, a estar en las semifinales como en 2014.
¿Cuál es su mensaje a la dirigencia del fútbol boliviano?
- Que todos empujemos el carro para el mismo lado y si así lo hacemos nos va a ir bien, vamos a tener una gran alegría y disfrutar de lo que son los éxitos deportivos.