Con los tres puntos se consolidó como líder del Grupo B, con ocho unidades.
En un encuentro con un incidente reprochable en el intermedio, Real Oruro derrotó a The Strongest por 1 a 0 de visitante, en el partido de la cuarta fecha de la Copa Bolivia, que se disputó anoche en el estadio Hernando Siles. Con los tres puntos se consolidó como líder del Grupo B, con ocho unidades.
A la finalización del primer tiempo, según denunciaron los jugadores, cuerpo técnico y jugadores del equipo orureño, fueron gasificados en el interior del vestuario, lo que provocó malestar en algunos jugadores, que sintieron los efectos y se pusieron mal, lo que provocó una demora de 47 minutos en el inicio del periodo complementario.
El club orureño, mediante un comunicado público, anunció que formalizará una denuncia ante los órganos competentes de la Federación Boliviana de Fútbol, porque no recibieron las garantías del club dueño de casa, The Strongest.
EL PARTIDO
El cuadro visitante fue superior al Tigre, que jugó mal, a desgano y un equipo que no se comunicó ni entendió dentro del campo de juego. Estuvo partido, porque cada jugador pretendió aportar en lo individual cuando el juego de conjunto es lo que marca la diferencia y en ese aspecto se aplicó bien Real Oruro.
El técnico Carlos Bustos se equivocó al ‘cuidar’ a algunos jugadores para el duelo clave del domingo ante Always Ready y puso a jugadores en puestos en los que habitualmente no se desempeñan.
La victoria pudo ser por una mayor diferencia de goles, pero los jugadores del plantel orureño erraron en la definición o les faltó puntería para meter el balón en el arco del guardameta de The Strongest, Rodrigo Banegas. El delantero Gustavo Ribeiro se arrugó en el mano a mano delante del arquero del Tigre al rematar mal o sin dirección con el arco de frente.
El elenco gualdinegro generó un par de ocasiones con posibilidad de gol, pero el golero Ronald Huanacota le amargó la noche al cuadro atigrado, incluso le atajó un penal a Juan Godoy (46’).
El gol del triunfo fue convertido por Yerko Vallejos, a los 24’, con un golpe de cabeza después de conectar un centro enviado por William Velasco.
AEP