El viceministro Marcelo Ballesteros informó que se llevan adelante trabajos de prospección y exploración de yacimientos de tierras raras y otros minerales.
Mediante el impulso de proyectos de prospección y exploración de tierras raras y otros minerales, el Gobierno boliviano se propone convertirse en un proveedor mundial y confiable de varios de estos minerales críticos para la transición energética, entre ellos cobre, cobalto, níquel, estaño, hierro, zinc, tierras raras y litio.
“El Gobierno boliviano ha asumido la responsabilidad de ingresar al país al mercado mundial de minerales críticos. Para ello, está impulsando proyectos de prospección y exploración de tierras raras y otros minerales. Estos proyectos no solo buscan diversificar la producción, sino también posicionar a Bolivia como un proveedor confiable de materiales esenciales para la transición hacia energías limpias”, informó el viceministro de Política Minera, Regulación y Fiscalización, Marcelo Ballesteros, en una reciente exposición en la Feria Internacional de Minería de Oruro.
Según los datos de la autoridad, entre estos minerales el país posee yacimientos de cobre, cobalto, níquel, estaño, hierro, zinc, tierras raras y litio.
Demanda mundial
La transición energética es un proceso de cambio de una forma de producción de energía a otra, e incluye fuentes de energía renovables y no renovables. Entre los cambios se encuentra el reemplazo de combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, por fuentes renovables, como la energía solar y la eólica.
En el contexto global de esta transición, la demanda por minerales críticos ha adquirido una importancia sin precedentes. Estos minerales, indispensables para tecnologías verdes, como baterías, energías renovables y vehículos eléctricos, están remodelando las cadenas de suministro globales y redefiniendo las estrategias de desarrollo económico.
“En este escenario, el Estado Plurinacional de Bolivia se encuentra en una confluencia histórica: aprovechar su potencial mineralógico para posicionarse como un actor clave en la minería mundial”, resaltó Ballesteros.
Datos de esta demanda mundial dan cuenta de que, por ejemplo, un vehículo eléctrico requiere aproximadamente seis veces más minerales que un automóvil convencional; una planta eólica terrestre necesita hasta nueve veces más recursos minerales que una planta de energía de gas.
Se proyecta que la demanda mundial de minerales críticos para 2040 podría aumentar hasta seis veces. En particular, la demanda de minerales para baterías y almacenamiento energético crecerá al menos treinta veces; la demanda de litio por sí sola aumentará más de 40 veces, y la demanda de grafito, cobalto y níquel aumentará entre 20 y 25 veces.
El cobre también se duplicará a medida que se implementen más redes eléctricas para alimentar los vehículos.
Ballesteros indicó que, solo en el caso de tierras raras, Bolivia está tomando pasos significativos para posicionarse dentro de la tendencia mundial de minerales críticos a través de sus esfuerzos de prospección y exploración de nuevos yacimientos en el departamento de Santa Cruz, como en el Cerro Manomó, donde se identificaron los minerales torio, niobio, e itrio acompañado de oro y uranio; en San Javier, tantalio y niobio; y en Rincón del Tigre se exploran yacimientos con níquel, cobalto, cromo, paladio y platino. “Todos esenciales para la transición energética”.
La Paz/AEP