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Actividad económica en un taller de carpintería en La Paz.

Bolivia retoma el camino de la estabilidad con reducción de la pobreza y desempleo

Gracias al modelo económico Bolivia pudo sobresalir y lograr resultados positivos para su economía, a pesar de ese contexto internacional totalmente complejo.

La Paz, 29 de marzo de 2023 (AEP).- Las medidas implementadas por la gestión del Gobierno han permitido que el país retome los indicadores positivos que tenía antes del golpe de Estado. Bolivia se consolida en la senda de la reconstrucción económica con reducción de la pobreza y el desempleo principalmente.

El ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, aseguró recientemente que se está consolidando el proceso de “reconstrucción de la economía” y que “hemos retornado a la senda del crecimiento económico” con justicia social, es el caso de la reducción de la pobreza y el desempleo.

Ponderó como un principal logro que la pobreza moderada disminuyó de 39% en 2020 a 36,4% en 2021; mientras que la pobreza extrema cayó de 13,7% a 11,1% durante el mismo periodo.

También expuso la inflación controlada, que en 2022 cerró en 3,1%, en tanto que en el primer bimestre de este año la inflación acumulada se situó en -0,11%. El déficit fiscal bajó a 7,2%, en 2022; y la tasa de desempleo pasó de 11,6%, en julio de 2020, a 4,5%, en diciembre de 2022.

Cusicanqui indicó que el Gobierno está empeñado en consolidar la reconstrucción y la estabilidad, sobre la base del modelo económico boliviano, que tiene como pilares la fuerte inversión pública, la redistribución de la riqueza y la industrialización con sustitución de importaciones.

El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, se refirió también a la importancia del modelo económico. Aseguró que este permitió que Bolivia pueda responder con crecimiento, baja inflación, reducción del déficit fiscal y rebaja del desempleo ante el contexto internacional adverso después de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19 y los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Actividad económica en un mercado de La Paz.

En criterio de la autoridad, esta gestión de gobierno recibió y encaró un país con déficit fiscal y afectaciones por la pandemia del Covid-19 y, de manera estratégica y oportuna, cambió ese panorama con reconstrucción económica, empleo, salud e inversión.

Afirmó que la pandemia y el conflicto bélico en Europa también fueron factores que afectaron a la economía mundial y los más golpeados son los sectores de alimentos y combustibles, con el incremento de precios.

“En 2020, ya la economía no crecía, no había crecimiento debido a las políticas aplicadas por el gobierno de facto que llevó a Bolivia a una recesión del -8,7 por ciento, una variación negativa no vista en cuatro décadas y con un déficit fiscal del 12,7 por ciento”, explicó.

Sin embargo, gracias al MESCP los precios de los alimentos y combustibles se mantienen estables en Bolivia, prueba de ello es que en 2022 el país cerró con una tasa de inflación de 3,1%.

Indicó que, frente a estos embates negativos, la economía boliviana dio una respuesta concreta y ha respondido de manera adecuada a estos escenarios convulsivos que ha tenido y sigue teniendo la economía mundial.

Es en este sentido que el viceministro de Presupuesto y Contabilidad Fiscal, Zenón Mamani, destacó que el modelo económico ha demostrado su fortaleza no solo ante los recientes ataques especulativos internos, sino también enfrentando las consecuencias negativas de la guerra entre Rusia y Ucrania, que marcan un contexto internacional adverso.

Gracias al modelo económico —dijo— Bolivia pudo sobresalir y lograr resultados positivos para su economía, a pesar de ese contexto internacional totalmente complejo.

Entre los principales factores de este modelo ponderó el aprovechamiento de los recursos, la inversión pública y el fortalecimiento de la demanda interna.

“La demanda interna es un elemento muy importante, además de la inversión pública y sobre todo apuntar a la industrialización con sustitución de importaciones, buscando primero el crecimiento sostenido que estamos teniendo”.

Mamani coincidió también en destacar que la reducción de la pobreza es uno de los factores importantes de estos logros económicos, esto generado en el marco de la redistribución de la riqueza, fundamento del modelo.

Una muestra de la fortaleza del modelo —aseguró— son los logros obtenidos en esta etapa de reconstrucción, como es el caso del crecimiento económico, que al tercer trimestre de 2021 alcanzó el 6,1%, en 2022 llegó al 4,3% y para este año se proyecta una tasa de 4,86%.

“Esto significa que vamos a seguir creciendo gracias al modelo económico”, indicó.

También destacó la reducción del déficit fiscal, que ha disminuido de 12,7% en 2020 a 9,3% en 2021, y 7,5% en 2022. Para 2023 se proyecta un déficit fiscal de 7,49%.

“Por tanto, creemos nosotros que la reducción del déficit fiscal ha sido un elemento muy importante frente a este contexto económico, más la tasa de inflación más baja de la región, se muestra la estabilidad económica”, indicó.

El Programa Fiscal Financiero (PFF) 2023, firmado en enero por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas y el Banco Central de Bolivia (BCB), establece para este año un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 4,86% y una tasa de inflación de fin de periodo de 3,28%.

En este contexto, el gerente de la Gestora Pública, Jaime Durán, coincidió con este análisis al señalar que el modelo económico boliviano está mostrando su fortaleza ante los “embates coyunturales”.

“En la práctica, el Modelo Económico Social Comunitario es fuerte porque en un escenario de crisis internacional y de poscovid, de recuperación económica está demostrando todas sus fortalezas”, afirmó recientemente.

“El modelo económico no solo es discurso, no solo es un elemento teórico, es un elemento práctico, porque está demostrando en la práctica que esta combinación entre un buen crecimiento y una baja inflación está traduciéndose en estabilidad en favor de todos los bolivianos”, aseguró.

Organismos internacionales como el Banco Mundial, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Fondo Monetario Internacional prevén que Bolivia se ubicará este año entre las tres o cuatro primeras economías de Sudamérica con mayor crecimiento.

Una administración responsable de la economía y las finanzas

El analista económico Fernando Chuquimia destacó que, producto de las acertadas políticas socioeconómicas, la administración responsable con soberanía de las finanzas públicas y la aplicación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), la economía boliviana en 2022 tuvo un buen desempeño.

El analista resaltó la distinción a Bolivia de instituciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, The Economist Intelligence Unit, BBC Mundo, Sputnik y la Cepal, a pesar de la coyuntura mundial compleja.

“En 2022, en un contexto mundial con altas presiones inflacionarias y desaceleración de la economía, además de conflictos internos sin fundamento (36 días de paro en Santa Cruz), debemos recordar que Bolivia logró crecimiento económico, con una inflación baja y controlada, con disminución del desempleo, la pobreza y el déficit fiscal. Se mostró incremento de la recaudación tributaria y niveles récord de exportaciones”, manifestó.

De acuerdo con Chuquimia, para 2023 Bolivia perfila mantener la estabilidad económica y una inflación controlada, con énfasis en los proyectos de industrialización con sustitución de importaciones.

Sostiene que 2023 será un año para consolidar la reconstrucción de la economía con una tasa de crecimiento positivo (4,86%), estabilidad de precios (inflación de 3,28%) y un modelo que irá sustituyendo las importaciones gradualmente para generar un sector productivo con industrialización en química básica, industria farmacéutica, entre otros proyectos de inversión productivos, de infraestructura y sociales, que suman un total de $us 4.006 millones.

En este sentido, indicó que Bolivia, en esta gestión, está retornando a la senda del crecimiento económico sostenido, con estabilidad de precios y con un sistema financiero sólido y bolivianizado. Asimismo, con la continuidad del MESCP se prioriza la demanda interna, el incremento del ingreso, la reducción de la pobreza, la disminución del desempleo y de la desigualdad, por cuanto la administración de la economía boliviana es manejada de manera soberana.

“Finalmente, es necesario aclarar que todo este contexto macroeconómico no fue considerado por las calificadoras de riesgo (Fitch Rating y Mooddy’s), a cuyo efecto, sus informes carecen de objetividad y presentan ciertos sesgos, por cuanto no tomaron en cuenta las fortalezas mencionadas del MESCP”, precisó.

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