La intervención estatal en el mercado avícola y ganadero busca garantizar precios accesibles y evitar las distorsiones provocadas por la especulación.
El Gobierno nacional ha logrado estabilizar el precio del pollo mediante una subvención estatal al diésel y al maíz, además de implementar medidas contra la especulación. Ahora, con el objetivo de beneficiar a los consumidores bolivianos, se enfoca en reducir los costos de la carne de res, informó Luis Miguel Murillo, director general de Análisis de la Producción, Industria y Economía Plural.
El precio del pollo, que en semanas anteriores superó los Bs 27 por kilo debido a factores como el clima y la especulación, ha descendido considerablemente. Actualmente, el kilo se comercializa en La Paz a Bs 18,50, un precio más accesible para los consumidores.
El éxito en la reducción del costo de este alimento ha sido posible gracias a la subvención del maíz y del combustible, principales insumos en la alimentación avícola. Según Murillo, esta política permitió disminuir los costos de producción en la industria avícola, lo que a su vez estabilizó el precio de venta al consumidor.
“El Gobierno ha subvencionado hasta el 55 por ciento del precio del maíz, garantizando así la sostenibilidad de la producción y evitando fluctuaciones abruptas en los precios”, precisó.
En cuanto a la carne de res, el consumo interno disminuyó en el último mes, según un informe del Gobierno, debido a que el elevado precio del producto ha llevado a la población a optar por otros alimentos o reducir su consumo.
Con la misma estrategia aplicada al pollo, el Ejecutivo ha intensificado el control sobre los insumos esenciales para la producción de carne de res, como el grano de soya y otros subproductos. Se han establecido convenios con la industria para garantizar que estos recursos abastezcan prioritariamente al mercado interno y asegurar la estabilidad de los costos de producción ganadera.
Además de la regulación de insumos, el Gobierno ha fortalecido el monitoreo del ganado en pie y de la carne faenada a través del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag). “Hemos identificado prácticas especulativas de intermediarios que elevan artificialmente los precios del kilo gancho. Por ello estamos reforzando los controles para evitar estas distorsiones y garantizar que el precio de la carne de res continúe bajando”, afirmó Murillo.
Por otro lado, la administración central ha asegurado el abastecimiento de combustible para la siembra, cosecha y transporte de granos, lo que permitirá mantener costos de producción estables y evitar aumentos innecesarios en los precios finales.
Perspectivas
Con estas estrategias en marcha, el Gobierno proyecta que la carne de res siga la misma tendencia de reducción de precios que ha tenido el pollo. “La oferta de granos está aumentando y eso impacta directamente en la producción pecuaria. Esto significa que los costos de producción disminuirán, beneficiando tanto a productores como a consumidores”, afirmó Murillo.
Enfatizó en que las medidas buscan no solo reducir los precios, sino también garantizar el abastecimiento estable de carne de res en el mercado nacional para proteger a la población de posibles especulaciones y alzas injustificadas.
Agregó que, junto al sector privado, se coordina en las campañas de invierno y verano para mantener la eficiencia en el sector.
AEP