Esta importación, gestionada por Insumos Bolivia, será destinada a Emapa, que se encargará de distribuirla al sector panificador.
Para evitar aumentos en el precio del pan, el Gobierno nacional ha decidido importar 60 mil toneladas de trigo para garantizar un suministro estable de harina al sector panificador y mantener los costos accesibles para los consumidores, anunció este miércoles el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca.
“El Gobierno, a través de Insumos Bolivia, es este momento estamos en un proceso de importación de alrededor de 60 mil toneladas de trigo (…) para garantizar el abastecimiento de harina de trigo para el consumo de la población boliviana”, dijo en conferencia de prensa.
El ministro explicó que esta medida es el resultado de las constantes reuniones entre el Gobierno y los sectores productivos y empresas privadas, quienes han solicitado una acción conjunta para enfrentar posibles desafíos.
Bolivia demanda aproximadamente 11 millones de quintales de harina de 50 kilos anualmente, de los cuales cerca del 72%, es decir, 8,5 millones de quintales, son consumidos por el sector panificador, incluyendo la producción de panes de batalla y otros tipos de panes, puntualizó Huanca.
En 2023, Emapa acumuló cerca de 116 mil toneladas de trigo, que se transformaron en 2 millones de toneladas de harina para abastecer al sector panificador. Ante la previsión de posibles afectaciones climáticas, el Gobierno ha decidido importar 60 mil toneladas de trigo para asegurar un suministro constante de harina al mercado nacional, enfatizó.
Esta importación, gestionada por Insumos Bolivia, será destinada a Emapa, que se encargará de distribuirla al sector panificador. De este modo, se garantiza que la población continúe accediendo al pan de batalla a un precio justo de Bs 0,50.
Además, el ministro adelantó que Insumos Bolivia seguirá trabajando en coordinación con el sector privado para apoyar y coordinar acciones adicionales frente a posibles afectaciones productivas.
La Paz / AEP-Digital
