El acceso al gas natural en Bolivia alcanza un 99,19% de cobertura poblacional y el Gobierno proyecta cumplir la meta de ampliación en 2025, beneficiando a miles de familias con instalaciones internas seguras y eficientes.
La meta de ampliar la cobertura poblacional con instalaciones internas de gas natural tiene una probabilidad de cumplimiento alta en 2025, gracias a la tendencia de crecimiento sostenido y al ritmo de ampliación de redes convencionales y virtuales, establece un informe de Seguimiento a los Indicadores del Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES).
De acuerdo con el reporte oficial, al 31 de diciembre de 2024, el porcentaje de cobertura poblacional con acceso al servicio de gas natural alcanzó un 99,19%, lo que refleja la eficiencia en la ejecución de proyectos de expansión de redes de gas domiciliario implementados en las diferentes regiones del país, refiere un reporte de prensa del Ministerio de Hidrocarburos.
El documento establece para la gestión 2025, la probabilidad de cumplimiento de la meta es alta, en función de dos factores: la tendencia de crecimiento de los últimos años y la programación de nuevos proyectos de expansión que se prevé concretar en el segundo semestre del año.
En paralelo, un informe de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) destaca que, en el marco del inicio de las celebraciones por el Bicentenario de Bolivia, se entregaron 14.587 instalaciones internas de gas domiciliario en 11 actos simultáneos realizados en distintos departamentos del país.
Estas obras benefician directamente a más de 72.900 personas, con una inversión aproximada de 142 millones de bolivianos, como parte de las 200 entregas simultáneas programadas por el Gobierno Nacional.
El acceso al gas natural representa un avance en la cobertura de servicios básicos y constituye un pilar en la política energética del Estado Plurinacional de Bolivia.
Según el informe, las instalaciones entregadas y las que están en ejecución garantizan a las familias bolivianas el acceso a un energético limpio, seguro y económico, que contribuye a mejorar la calidad de vida y reduce la dependencia de otros combustibles más costosos o contaminantes.
Asimismo, el crecimiento de la cobertura fortalece la soberanía energética del país, pues se trata de un recurso de producción nacional que dinamiza la economía interna y promueve la equidad en el acceso a servicios básicos, llegando incluso a áreas rurales y periurbanas mediante la ejecución de redes convencionales y gas natural virtual.
ABI
