Además, agradeció a la OEA por aprobar una resolución de apoyo ante este hecho.
El embajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Héctor Arce, aseguró que el golpe de Estado en el país fracasó por cuatro razones y agradeció a esa instancia por aprobar una resolución de apoyo ante este hecho.
“En nuestro criterio, cuatro fueron las razones para que este accionar (golpe de Estado en Bolivia) de un militar irracional (Juan José Zúñiga), que traicionó sus juramentos, finalmente fracasara”, dijo este jueves en su intervención durante la 54 Asamblea General de la OEA, que se lleva a cabo en Paraguay.
Explicó que la primera razón fue la movilización espontánea e inmediata del pueblo boliviano, de las organizaciones sociales, conjuntamente con la posición de condena de todos los líderes políticos del país.
La segunda, la vocación valiente y decidida del presidente Luis Arce de enfrentar directamente y personalmente al general “insurrecto” Zúñiga.
Tercero, el hecho de que Zúñiga no haya recibido el apoyo de otras unidades militares que supuestamente comprometieron su apoyo en la “aventura golpista”.
Y cuarto, la fuerte condena internacional, el respaldo de todos los presidentes y sus gobiernos en “cuestión de minutos”.
“Aquí, por su puesto, nos toca reconocer el accionar inmediato del día de ayer (miércoles) por la Organización de Estado Americanos, que casualmente se encontraba reunida en la tradicional reunión previa a la instalación de la Asamblea General, con la reunión de observadores permanentes. La inmediata comunicación, seguramente de los embajadores de los Estados miembros y los Estados observadores, fue crucial para la reacción internacional”, ponderó.
En ese sentido, Arce manifestó el agradecimiento de Bolivia por la aprobación por unanimidad de la “primera resolución” en la 54 Asamblea General “en defensa de la democracia y la institucionalidad en el Estado Plurinacional”.
“En definitiva, este hecho nos recuerda que el reto más importante para nuestros sistemas políticos es, sin duda alguna, garantizar la preminencia de la democracia representativa y encontrar la fórmula para que las interrupciones violentas a las democracias sean por vía de golpes violentos, o golpes judiciales, o de otra naturaleza, finalmente sean desterrados de nuestros países y que nunca más tengamos que vivir estos hechos. Esta es quizá la labor más sagrada que tiene el multilateralismo hacia el futuro en nuestro continente”, sostuvo.
La tarde del miércoles 26 de junio, el presidente del Estado, Luis Arce, denunció una intentona golpista, tras el movimiento inusual de tropas militares en la plaza Murillo de la ciudad de La Paz.
El movimiento de las tanquetas militares inició pasadas las 14h30. Se apostaron en alrededores de la plaza Murillo, centro del poder político de Bolivia, donde funcionan los órganos Ejecutivo y Legislativo.
Minutos más tarde, Arce posesionó al nuevo Alto Mando de las Fuerzas Armadas. El nuevo comandante del Ejército, José Sánchez, ordenó a los militares movilizados retornar a sus unidades y aseguró el respaldo al gobierno legalmente constituido.
Tras la intentona golpista, Zúñiga fue aprehendido por la noche en inmediaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, en la zona de Miraflores de la urbe paceña, como parte de una investigación dispuesta por la Fiscalía.
De acuerdo con los reportes de la prensa internacional, la tarde del miércoles, la OEA inauguró su 54 Asamblea General con un llamado a defender la democracia y atención en Bolivia que vivió este histórico hecho.
Asunción/ABI