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Luis Fernando Camacho juró el 3 de mayo de 2021 como gobernador de Santa Cruz. (Foto: Archivo)

Fernando Camacho cumple dos años de una gestión “deficiente”

Instaló una agenda de conflictividad contra el Gobierno central antes que dedicarse a la administración e incumplió sus promesas electorales.

La Paz, 15 de mayo de 2023 (AEP).- Luis Fernando Camacho juró el 3 de mayo de 2021 como gobernador de Santa Cruz, con la promesa de invertir recursos para la región, generar más de 70.000 empleos y luchar contra el Covid-19 mediante la adquisición de vacunas, sin embargo incumplió y hasta ahora desempeñó una gestión “deficiente”.

“Son dos años de una gestión deficiente, donde no hemos visto ninguna obra de impacto para este departamento, no hemos visto obras que ayuden al desarrollo y al progreso de ninguna de las 15 provincias de Santa Cruz”, aseveró la asambleísta cruceña del Movimiento Al Socialismo (MAS) Raquel Valencia.

Agregó que las promesas hechas en la campaña electoral como la generación de empleo, desarrollo del departamento y la garantía de la salud, cayeron en saco roto, y lo único que se ha visto en estos dos años es una gestión manchada por actos de corrupción.

A eso se suma la inestabilidad en la administración de la gobernación cruceña que afecta directamente al departamento, con los cambios tan seguidos en las secretarías y el ingreso de personal que supuestamente es de la confianza de Camacho.

A diario las marchas se concentran afuera de la Gobernación, las que exigen a Camacho atender la salud de la población, señaló la asambleísta.

Santa Cruz, al ser un departamento netamente productor, necesita caminos y carreteras que hoy están en un total abandono, reclamó.

“Es una pena que hoy, más aún teniendo un gobernador que desde una silla o sentado en una cama pretende gobernar todo un departamento. Estamos yéndonos realmente en descenso en todo sentido”, lamentó Valencia.

Las obras que Camacho entrega son las que dejó su antecesor Rubén Costas, porque no existe ninguna infraestructura de impacto para los cruceños en estos dos años de mandato.

“Lo que hay es simplemente un manejo de toda la cúpula apegada a la agrupación política de Creemos y lo que está primando es aquella pelea que hay al interior por la administración de la gobernación”, puntualizó la asambleísta, quien explicó que el conflicto interno se inició con la aprehensión de Camacho en diciembre del año pasado.

Agenda de conflictividad

El analista Hugo Siles coincidió con la asambleísta sobre la gestión de Camacho y refirió que se dedicó más a generar conflictos, que a trabajar por la gente.

“Es una gestión deficiente, ausente y con una larga agenda departamental y regional inconclusa, obstaculizada por el propio gobernador Camacho. Prefirió una agenda de confrontación y conflictividad con el nivel central que una agenda de coordinación y de gestión”, dijo Siles.

El analista recordó que Camacho tocó niveles reiterados de convulsión e incluso el quiebre del orden constitucional que intentó repetir desde los barrios con los bloqueos obligados, lo que generó pérdidas millonarias para el departamento. Optó por la confrontación que por la gestión al habilitar una narrativa de interpelación política al gobierno del presidente Luis Arce.

“Intentó desgastar la gestión del presidente Luis Arce con esa agenda y no hubo ninguna priorización ni innovación en materia de políticas públicas departamentales. Precisamente esa es la principal crítica que no solamente se hace desde los círculos del oficialismo, sino de la propia sociedad política cruceña, de los sectores empresariales, los círculos políticos que dan cuenta de su absoluta incapacidad para llevar adelante la gestión pública departamental”, explicó Siles.

El gobernador Camacho “se aplazó en la gestión pública departamental desde el inicio al no cumplir con sus promesas, al generar el caos en el departamento intentando desgastar un gobierno nacional electo con más de 55% de los votos del país, perjudicando al pueblo cruceño con un paro de 36 días y finalmente intentando gobernar desde una celda en Chonchocoro”.

Para la asambleísta no es factible que una autoridad gobierne a cientos de kilómetros de distancia y no quiera entregar el mando a su sucesor electo, por un capricho personal, vulnerando incluso las propias normas internas.

“Ha tratado de mantener aquella soberbia que lo caracteriza de no permitir a un vicegobernador (Mario Aguilera) que asuma el rol aquí en Santa Cruz y nos permita avanzar”, sentenció la asambleísta.

Para sectores sociales, asambleístas, analistas y el pueblo en general, Luis Fernando Camacho debió cumplir lo que dice el Estatuto Autonómico de Santa Cruz para aplicar la suplencia gubernamental y delegar la responsabilidad a su vicegobernador.

Camacho se encuentra con detención en la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro por el caso Golpe I y desde allí dirige el departamento, lo que ocasiona la ingobernabilidad y hace que la gestión cada día se deteriore.


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