La alerta también responde a la preocupación por la continuidad de proyectos estratégicos de industrialización impulsados por el gobierno de Luis Arce.
Ante los acuerdos internacionales anunciados por el presidente electo, Rodrigo Paz, con Estados Unidos, el Gobierno nacional alertó de que estas decisiones podrían poner en riesgo los recursos estratégicos del país y llamó al pueblo boliviano a vigilar que Bolivia no sea “puesta en venta”.
El mandatario electo anunció que en los próximos días hará su primer viaje oficial a Estados Unidos, con el propósito de gestionar cooperación internacional para garantizar el abastecimiento de combustibles, un problema que se agravó en los últimos meses de la gestión de Luis Arce debido al bloqueo legislativo de créditos internacionales durante más de tres años.
“Esperemos que esas priorizaciones que han anunciado los representantes del presidente electo no pongan en riesgo los recursos naturales del país; que no se ponga en venta a nuestro país. Los bolivianos tenemos que cuidar precisamente ese detalle de que no se ponga en venta el país, como están tratando de hacer en otros países de la región”, declaró el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, en entrevista con Bolivia TV.
Paz y Washington
No es la primera vez que Paz viaja a Washington. Antes de consolidar su victoria en la segunda vuelta del 19 de octubre ya había visitado Estados Unidos durante cinco días con el objetivo de establecer vínculos diplomáticos y económicos que su futura administración pretende fortalecer desde el inicio de su mandato.
Cusicanqui alertó de que el rumbo que podría tomar el nuevo gobierno, con un posible acercamiento a EEUU, debe ser cuidadosamente evaluado por la ciudadanía, para evitar decisiones que afecten el patrimonio nacional. Subrayó que “la vigilancia popular” será fundamental para impedir que la próxima gestión comprometa los recursos estratégicos construidos durante los últimos años.
El ministro también expresó preocupación por el futuro de los proyectos de industrialización impulsados por el gobierno de Arce. Alertó de que el cierre o la privatización de plantas industriales y emprendimientos productivos podría acarrear graves consecuencias como la pérdida de empleos, la caída en la producción, el desabastecimiento interno y la reducción de divisas provenientes de las exportaciones.
Cusicanqui citó como ejemplo el reciente rechazo, en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), de un crédito destinado a la construcción de la Planta Refinadora de Zinc en Oruro, una obra gestionada durante casi cuatro años. “La Asamblea Legislativa le ha dado la espalda al proceso de industrialización, al crecimiento económico y al pueblo boliviano”, señaló al remarcar que el proyecto habría permitido transformar el concentrado en lingotes y generar empleos directos e indirectos.
A pesar de esas trabas, destacó que la industrialización boliviana ya ofrece resultados visibles y que las plantas entregadas por el Gobierno fortalecen la economía regional y nacional. Añadió que la actual gestión dejará proyectos en marcha, plantas en operación y créditos listos para su ejecución, como parte de una base sólida que permitirá continuar la producción y el abastecimiento interno.
El ministro aseguró que el Gobierno “se irá tranquilo”, con la convicción de haber defendido los intereses del país y protegido el patrimonio nacional frente a presiones internas y externas. “El pueblo boliviano debe cuidar lo que hemos construido con tanto esfuerzo”, indicó.
AEP



