La jornada quedó marcada en la historia boliviana como un símbolo de la represión y el sacrificio de los mineros, cuyas luchas siguen resonando en la memoria colectiva.
El Colegio Médico cumplió un paro de 96 horas hasta el jueves y amenaza con iniciar otra medida similar, esta vez de 120 horas, en contra de la propuesta normativa.