El Vicepresidente exigió a la OMS incluir la perspectiva indígena en el proceso de examen crítico de la hoja de coca para proteger el conocimiento ancestral.
La Paz, 15 de marzo de 2024 (AEP). – En Viena, Austria, con hojas de coca en la mano, el vicepresidente David Choquehuanca defendió, una vez más, la despenalización de la hoja milenaria en la plenaria de la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas (NNUU).
“La hoja de coca natural es como un sello seco que protege la identidad de los pueblos ancestrales andino amazónicos que abarcan los países de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia”, expresó ayer Choquehuanca, haciendo hincapié en la importancia cultural de la planta milenaria en la Sesión de Alto Nivel de la 67ª Comisión de Estupefacientes de NNUU.
Criticó la decisión de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en 1961, de equiparar la hoja de coca con la cocaína, considerando que se trató de un error político que llevó a la estigmatización y a la monopolización de su uso para fines industriales.
“Clasificar hace seis décadas a la hoja de coca natural como un narcótico fue un error y un engaño para monopolizar su industrialización en bebidas energizantes y fármacos sin desterrar el destino de la hoja de coca para la droga, para la expansión del delito, para matar y para ganancias sucias” sostuvo.
Perspectiva indígena
En un acto paralelo organizado por Bolivia y Colombia en el marco de la Sesión de la Comisión de Estupefacientes, llamado Derechos Humanos en la Política Mundial de Drogas y el Caso de la Clasificación Actual de la Hoja de Coca en la Convención Única de 1961, Choquehuanca exigió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a incluir la perspectiva indígena en el proceso de examen crítico de la hoja, promoviendo el diálogo entre la medicina académica y la medicina natural.
“Hemos exhortado también a la OMS a que se incluya la perspectiva indígena originaria y los conocimientos de la medicina tradicional durante el desarrollo del proceso de este examen crítico. El examen crítico de la hoja de coca es una buena oportunidad para emprender el diálogo con los pueblos indígenas y crear puntos de encuentro entre la medicina académica y la medicina natural”, dijo.
Choquehuanca propuso la instalación de un taller de expertos de las comunidades indígenas para proteger el conocimiento ancestral y la información genética de la hoja de coca.
El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, recordó que según el informe de monitoreo de la UNODC Bolivia tiene 29.900 hectáreas de cultivos de coca. “Nuestra hoja de coca en su estado natural no es cocaína y representa profundos significados culturales y medicinales”, apuntó