El país terminó septiembre con la disminución de los focos de calor. Se registró un 55% de caída con respecto a 2022 y 42% a 2021.
La Paz, 03 de octubre de 2023 (AEP). - La sequía en Bolivia aún se mantiene en una etapa mínima, por lo que no hay motivo de alerta, dijo ayer el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, durante una evaluación del comportamiento de este fenómeno.
“Si nosotros hacemos una escala para valorar la gravedad de la sequía en el país en este momento, para hacerlo simple, si ponemos una escala de mínimo, medio y máximo, estamos todavía en un nivel mínimo, de manera que no hay todavía motivo para alarmarnos en torno al problema de la sequía”, sostuvo Calvimontes.
Apuntó a que expertos sobre el comportamiento de la sequía, junto al fenómeno El Niño y el cambio climático, advirtieron de que el principal problema en cuanto a la sequía podría presentarse, en Bolivia, entre enero y mayo de 2024, “y para eso tenemos que prepararnos”, indicó.
Según datos oficiales, la sequía afecta a siete departamentos de los nueve que tiene Bolivia. De acuerdo con Calvimontes no quiere decir que los siete departamentos estén en “situación crítica”.
“De los nueve departamentos solo uno se ha declarado en desastre, que es Oruro, y dos departamentos en emergencia: Cochabamba y Chuquisaca. Entendiendo también que no es lo mismo la declaratoria de desastre que la declaratoria de emergencia. En este caso, la declaratoria de desastre en el departamento de Oruro significa que están solicitando el apoyo económico, técnico y logístico para enfrentar la sequía. Cochabamba y Chuquisaca todavía tienen capacidad económica para atender el tema de la sequía”, dijo el viceministro.
De acuerdo con Calvimontes, de los 340 municipios del país solo 105 se declararon en desastre municipal. “2.966 comunidades de las más de 19.360 que existen en el país, haciendo un porcentaje del 16%. Asimismo, tenemos 487.014 familias de los más de 10 millones de habitantes con los que cuenta el país”.
Una alternativa para combatir la sequía es el bombardeo de nubes.
En cuanto al tema de los focos de calor e incendios, Calvimontes indicó que Bolivia reportó una disminución de focos de calor con respecto a los otros años con un registro de 323, de los cuales 162 están en el departamento de Santa Cruz; 146 en Beni; cinco en Cochabamba; cuatro en La Paz; cuatro en Tarija; y dos en Potosí.
“En ese marco, como hay una disminución de los focos de calor, también tenemos una disminución considerable de los incendios. En este momento el país reporta dos incendios, uno en Beni, en Santa Rosa, y el segundo en el municipio de Cajuata. Tenemos patrullas que buscan llegar al lugar”, explicó.
“En cuanto a los focos de calor en el país, datos comparativos muestran que en relación a 2021 hay un 42 por ciento de disminución. En relación a 2022 ha habido una disminución del 55 por ciento”, argumentó Calvimontes.
De acuerdo con la autoridad, la superficie de quema fue de 1.435.142 hectáreas en relación a los cuatro millones de 2021 y 2022, y más de cinco millones de 2019 y 2020.
Beni tiene 853.342 hectáreas quemadas, de las cuales 734.225 hectáreas son de pastizales. El segundo departamento es Santa Cruz y más atrás está La Paz.
Capacidad de 10 a 15 bombardeos de nubes
El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, afirmó ayer que hay la capacidad de aplicar entre 10 a 15 bombardeos de nubes, con el objetivo de producir lluvia para paliar los efectos de la sequía. Recordó que operativos similares se activaron en 2016.
“Nosotros tenemos la capacidad de desarrollar entre 10 y 15 bombardeos. Tomando en cuenta que en cada bombardeo vamos a utilizar 340 cartuchos de granadas (de yoduro de plata), estamos hablando de más de 1.000 cartuchos que se tendrían que utilizar en caso de que se hagan 10 descargas”, explicó.
Calvimontes sostuvo que en 2016 el bombardeo de nubes comenzó a fines de octubre y se finalizó en enero de 2017.
El 15 de octubre, el Viceministerio de Defensa Civil llevará adelante el operativo para el bombardeo de nubes en Cochabamba.
El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, en conferencia de prensa. | Foto: Archivo
“El día miércoles (4 de octubre) estamos comenzando nuestra reunión de forma específica con los expertos para ir preparándonos y ese mismo día tendremos un informe más actualizado del comportamiento meteorológico en los lugares donde posiblemente se hagan las descargas, de manera que en adelante el trabajo sea permanente”, dijo la autoridad en conferencia de prensa.
El bombardeo de nubes no será solo de una semana, sino que podría demandar hasta dos meses.
“En este momento solo tenemos planificado hacerlo en Cochabamba, porque Cochabamba es uno de los departamentos que ha tomado las previsiones del caso y eso hay que reconocerlo y, segundo, cuenta con el apoyo institucional de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS)”, indicó.
Llamó a las universidades públicas de Oruro, Potosí y Chuquisaca a iniciar un estudio para encarar el bombardeo de nubes en sus regiones.
El avión Hércules A30C es el que está equipado para el bombardeo de nubes, según indicó Calvimontes.