El ministro recordó que junto al presidente Luis Arce se comprometieron a restituir la paz en ese municipio y paulatinamente garantizar la libre transitabilidad de las carreteras del país.
El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, informó ayer que durante los siguientes días los efectivos policiales y militares continuarán en Llallagua para garantizar la tranquilidad de ese municipio.
“La Policía Boliviana, las Fuerzas Armadas y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico van a continuar en el municipio de Llallagua hasta garantizar la estabilidad social”, dijo la autoridad en una entrevista.
Indicó que fueron siete días de temor, dolor y angustia que vivió la población, por lo que destacó la importancia de que la calma retorne a los hogares del lugar.
Ríos resaltó el trabajo de los efectivos policiales y las Fuerzas Armadas, pero también la labor de la población que se organizó y asumió las medidas correspondientes para defenderse y para apoyar al verde olivo.
El ministro recordó que junto al presidente Luis Arce se comprometieron a restituir la paz en ese municipio y paulatinamente garantizar la libre transitabilidad de las carreteras del país.
“Ha sido una tarea muy difícil, hemos tenido bajas muy sentidas, las cuales no vamos a dejar en la impunidad y también les vamos a rendir honores. Pero, sin duda alguna, esto también nos fortalece porque sabemos que no podemos permitir que estos intereses personales se antepongan a lo que es el bienestar, la tranquilidad y la paz social de nuestra población”, remarcó Ríos.
La autoridad indicó que la presencia del verde olivo en Llallagua no representa ningún tipo de represión o amedrentamiento hacia la población o sectores que están movilizados, sino que se está tratando de restituir la paz social en el municipio, garantizar los servicios, la alimentación y la comunicación.
“Rechazar todos estos actos de violencia. La violencia nunca es buena venga de donde venga. Nuevamente, repito, no podemos construir democracia a costa de la sangre de los compañeros y compañeras”, recalcó la autoridad.
Agregó que la población quiere paz, vivir en armonía, necesita trabajar y quiere estar en tranquilidad junto a sus seres queridos.
Desde hace casi dos semanas, grupos ligados a Evo Morales comenzaron a bloquear las principales carreteras de Bolivia e intentaron tomar el municipio de Llallagua. Efectivos de la Policía Boliviana, al tratar de desbloquear el lugar, fueron emboscados. El saldo por ahora es de cuatro policías y un civil fallecidos.
Entrega de alimentos
El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, llegó a Llallagua con alimentos y artículos necesarios para los policías que se encargarán de brindar seguridad a la población durante los próximos días.
“Ponderar el trabajo de nuestra Policía, de las Fuerzas Armadas y de la población. Como Gobierno nacional, estamos acá compartiendo alimentación que ha llegado desde la Unidad de Gestión Social de la Presidencia para nuestra familia policial en el municipio de Llallagua, porque ellos van a continuar brindando los servicios correspondientes”, dijo la autoridad.
En pasados días, la población, por la falta de alimento, decidió organizar ollas comunes para los policías, universitarios y habitantes en general. Se organizaron para hacer vigilias y evitar que los grupos movilizados ingresaran a provocar terror.
El Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, a través de la Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (IPDSA), brindó el apoyo logístico para el transporte de ayuda humanitaria.
Se trasladaron importantes cantidades de alimentos, entre carne de res y de llama, galletas, frutas en conserva, miel, agua, leche, panes y otros enseres esenciales para la población local y para el personal policial y militar desplegado en el municipio de Llallagua, en el departamento de Potosí.
Familiares dan el último adiós a los policías que dieron su vida en el cumplimiento de su deber
Los familiares, amigos y camaradas de los efectivos policiales Christian Calle, Carlos Enrique Apata, Jesús Mamani y Brayan Jorge Barrozo, que fueron emboscados y asesinados en Llallagua, les dieron el último adiós entre lágrimas y pedidos de justicia.
El subteniente de la Policía Christian Calle fue velado en Villa Ingenio, El Alto. Su familia, entre sollozos, pidió justicia y responsabilizó a Evo Morales por la muerte del oficial.
“Es mi hijo tan querido, único, como padre de familia estoy indignado. Pido justicia y que se investigue, que se dé con los responsables. El único culpable para mí es el señor Evo Morales”, dijo Franklin Calle, padre del subteniente, con mucho dolor por la pérdida.
En Oruro, durante el cortejo fúnebre del subteniente Carlos Enrique Apata Tola, su tío rompió el silencio y, en medio del dolor, exigió justicia por la muerte de su sobrino.
Efectivos policiales cargaron su ataúd hasta el cementerio donde recibió el último adiós de sus seres queridos.
En la Academia Nacional de Policías, en La Paz, se rindió homenaje al sargento Jesús Mamani, quien falleció en los hechos violentos en Llallagua.
Su familia lo despidió con lágrimas, destacando su entrega, cariño y amor por la institución. Además exigieron que se haga justicia.
“He perdido a mi hijo, ya no hay mi hijo, era una buena persona”, dijo la mamá de Jesús Mamani consternada.
En Oruro, el teniente Brayan Jorge Barrozo, luego de una peregrinación para trasladar su cuerpo, fue velado ayer, y hoy se llevará a cabo su entierro en el Cementerio General.
En un video, el comandante general de la Policía Boliviana, Augusto Juan Russo, envió sus condolencias a las familias dolientes.
“No descansaremos hasta capturar a esos cobardes, delincuentes, asesinos. Honremos la memoria de quienes cayeron y continuaremos su legado con coraje y disciplina”, dijo.
Toda la población y autoridades del Estado brindaron sus condolencias a las familias de los efectivos policiales que perdieron la vida a manos de grupos organizados ligados a Evo Morales.
AEP
