El Ministro de Defensa valoró, como un paso capital, la creación del Grupo de Trabajo Sudamericano para la Gestión Integral del Riesgo de Desastres.
La Paz, 06 de marzo 2024 (AEP).- El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, destacó ayer que la gestión integral del riesgo de desastres para Sudamérica no es solo una cuestión técnica, sino una responsabilidad social y política de los Estados.
La posición boliviana fue expresada en la Primera Reunión Sudamericana de Autoridades Nacionales en Gestión de Riesgos de Desastres, celebrada ayer en Lima, Perú.
Novillo, en su intervención, resaltó que es un momento crucial para Sudamérica, donde la gestión integral del riesgo de desastres se convierte en un imperativo fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de los pueblos, según un boletín de prensa.
“No es solo una cuestión técnica, sino también una responsabilidad social y política. Requiere la participación activa de todos los sectores de la sociedad, así como la identificación y abordaje de las causas subyacentes de la vulnerabilidad, como la pobreza, la inequidad, las asimetrías y el cambio climático”, declaró el Ministro.
Destacó que la creación del Grupo de Trabajo Sudamericano para la Gestión Integral del Riesgo de Desastres es un paso adelante significativo, el cual brindará la oportunidad de compartir información, mejores prácticas y recursos, así como de coordinar acciones para identificar, evaluar y responder a los riesgos de desastres en la región.
Novillo señaló que todo este trabajo debe desarrollarse en el marco del respeto a la soberanía de los Estados y la construcción colectiva de estrategias.
Reunión en Lima
Representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela, además del Perú, se dieron cita en Lima para participar en la Primera Reunión Sudamericana de Autoridades Nacionales en Gestión del Riesgo de Desastres, con miras a establecer una respuesta conjunta y coordinada ante desastres que puedan afectar al subcontinente.
En la Declaración de Lima los países priorizaron la elaboración de un mapa de riesgos de desastres; articulación de una red de contactos de las áreas gubernamentales responsables de la gestión integral del riesgo de desastres; elaborar un inventario de capacidades de prevención y respuesta de los países; iniciar el establecimiento de un mecanismo y protocolo de activación para un sistema de respuesta rápida; y establecer un marco de cooperación entre naciones.