El gobierno del presidente Arce compró vacunas contra el virus, se desplegaron brigadas médicas en el país para la atención de la población, entre más acciones.
De acuerdo con los datos del Censo 2024 presentados la pasada semana, entre 2020 y 2023, en Bolivia fallecieron 55.758 personas a causa de la pandemia del Covid-19.
El reporte estadístico confirma que la emergencia sanitaria obligó a cuarentenas estrictas, restricciones de movilidad y campañas masivas de vacunación para contener la propagación del virus.
De las víctimas, 36.040 fueron hombres (64,6%) y 19.718, mujeres (35,4%). Por edades, murieron 1.752 menores de 17 años, 1.400 jóvenes de 18 a 29, 16.962 adultos de 30 a 59 años y 33.809 mayores de 60 años. En 1.836 casos no se especificó la edad.
La mayor parte de los decesos se registraron en áreas urbanas, con un total de 41.169, mientras que en el área rural fallecieron 14.589 personas.
Así también, los censistas registraron 79 decesos de personas, de las cuales los familiares no especificaron el sexo, con los cuales se registrarían 55.837 fallecidos.
Con estas cifras, la pandemia no solo transformó la vida cotidiana de los bolivianos, sino que también dejó una huella irreversible en la salud pública del país, ya que los hospitales, en 2020, se encontraban colapsados y el pánico en la población crecía día a día.
El departamento de La Paz reporta 22.587 fallecidos, seguido de Santa Cruz con 10.502, Cochabamba con 8.475, Oruro con 4.414, Potosí con 3.767, Chuquisaca con 1.996, Beni con 1.990, Tarija 1.671 con y Pando con 435.
Gobierno de Arce
En noviembre de 2020, Bolivia atravesaba una de sus peores crisis sanitarias y económicas, producto de los efectos devastadores del Covid-19, ya que la población no contaba con vacunas y los hospitales colapsaban.
Durante los primeros meses del gobierno del presidente Luis Arce se desplegaron brigadas médicas que llegaron hasta el último rincón del país con atención médica oportuna.
También se implementó el Plan Nacional de Vacunación, que permitió inmunizar a millones de bolivianos en tiempo récord, gracias a la adquisición de vacunas de distintos laboratorios y la habilitación de más de 3.000 puntos de inoculación en todo el territorio nacional.
Hasta enero de 2025, las vacunas contra el Covid-19 continuaban llegando al país.
En el ámbito económico se logró revertir la recesión heredada con políticas que impulsaron la inversión pública, el fortalecimiento del mercado interno y el apoyo a los sectores productivos más afectados por la pandemia, como la microempresa y la agricultura familiar.
También, en medio de la crisis sanitaria, se consolidaron avances estructurales como la ampliación de hospitales, la dotación de equipamiento moderno y la formación de recursos humanos en salud, sentando las bases para un sistema más sólido y preparado ante futuras emergencias.
AEP