Ser mamá es simplemente un acto de amor, especialmente si los hijos no son biológicos.
La Paz, 27 de mayo de 2023 (AEP).- Comienza el día a las cinco de la mañana, la primera tarea de Rosmery Choque Osco, de 43 años, es el aseo personal y la limpieza de la habitación, para dar un buen ejemplo. A las siete ya debe estar en la cocina preparando los desayunos para sus nueve hijos de 17, 15, 14, 13, 10, dos de 9, 8 y 3 años.
Ser mamá es simplemente un acto de amor, especialmente si los hijos no son biológicos.
Desde hace 16 años y tres meses, Rosmery dedica su vida a educar y criar a niños de las Aldeas Infantiles SOS, hoy son nueve niños y adolescentes que viven con ella, de los 30 que tuvo a su cargo en los más de tres lustros.
Rosmery es una mamá SOS. Vive con sus hijos en Aldeas Infantiles en Mallasa, al sur de la ciudad. Crió a otros 21 niños que hoy son profesionales y tienen una vida establecida. Muchos de ellos están casados pero no olvidan los valores que les inculcó Rosmery, por eso aún la visitan y festejan con ella el Día de la Madre.
“Ahorita tengo casi 21 jóvenes que están afuera, de toda edad, el mayor prácticamente debe tener 35, entonces algunos son profesionales, psicólogas, enfermeras, cientistas, que ya han hecho su familia y pese a eso vienen a visitarme, tenemos el contacto con ellos y vienen a verme siempre, para ellos yo soy el referente”, explicó Rosmery.
Al egresar de Psicopedagogía encontró su vocación y decidió postular a Aldeas SOS. Después de un arduo trabajo de selección finalmente pudo hacerse cargo de Fortaleza, una de las viviendas que le asignaron a la familia.
“Me dieron una casita para que asuma como responsable, yo dije que no iba a poder porque eran adolescentes, tenían 14 y 15 años, pero mi familia me apoyó, me dijeron que ponga metas para cada uno y me quedé, pasaron los años y hoy ellos son todo para mí”, dice la ‘multimamá’.
A pesar de conocer los métodos didácticos y pedagógicos para la crianza de niños fue un nuevo aprendizaje para llevar adelante a su familia.
Afortunadamente Aldeas Infantiles SOS da a las 10 madres de Mallasa cursos y capacitaciones constantes, desde clases teóricas hasta intercambio de experiencias que fortalecen el cuidado de los niños y adolescentes.
Por decisión, Rosmery no tiene hijos biológicos, pero siempre quiso una familia y hoy tiene 30 personas que le dicen mamá.
“Son mis hijos de corazón, los quiero mucho, los amo demasiado y los defiendo con uñas y garras, eso es lo que hago”, explicó.
El mayor reto para ella es comprender los distintos caracteres que tienen los niños, pero prácticamente debe lidiar con ellos y entender a cada uno que es diferente, por lo que la educación también debe ser diferenciada.
En retrospectiva, Rosmery comprende que el mayor valor que inculcó a todos sus hijos es la familia y la hermandad, ya que los que son hoy adultos van a visitar a sus hermanos menores para aconsejarles, apoyarlos y guiarlos, también los preparan para su salida de aldeas a los 18 años.
“Les he inculcado lo que he podido y para ello lo principal es la hermandad de la familia, los jóvenes reconocen a los más chicos como sus hermanos, pese que no han vivido juntos yo he creado ese lazo, por eso no vienen a verme a mí nomás”, dijo orgullosa.
Son esos lazos que no son de sangre los que hacen de los hijos de Rosmery una gran familia, con 30 hermanos a quienes dio su tiempo y amor.
La familia SOS
La responsable de Familia y Comunidad de Aldeas Infantiles SOS, Sol Rocha, explicó que una madre postulante debe cumplir requisitos, por ejemplo encontrarse entre los 25 y 45 años, mínimamente tener bachillerato o alguna experiencia de trabajo con niños y adolescentes.
“Pero el requisito más importante es que ellas tengan este servicio de dar, este servicio social de dar y de hacer familia, de ser personas referentes de cuidado y de protección para los niños, realmente que les importe la vida de los chicos”, dijo la psicóloga Rocha.
La madre SOS es el pilar más importante para el desarrollo emocional, físico y mental de los niños, es el referente afectivo para los infantes que deben sentirse protegidos con ella.
