Este megaoperativo constituye 222 acciones de fiscalización en 131 municipios de 22 Estados y en el Distrito Federal.
Brasil llevó a cabo la mayor acción de la historia para liberar al pueblo de la esclavitud. Se ejecutó la denominada Operación Resgate 3, una fuerza conjunta de inspectores del Ministerio de Trabajo y Empleo, abogados del Ministerio Público del Trabajo y del Ministerio Público Federal, agentes de la Policía Federal y de la Policía Federal de Caminos y defensores de la Defensoría Pública de la Unión.
Este megaoperativo constituye 222 acciones de fiscalización en 131 municipios de 22 Estados y en el Distrito Federal, rescatando a 532 personas de condiciones análogas a las de la esclavitud. De ellos, 441 son hombres y 91 son mujeres. Seis son niños y adolescentes y 10 son trabajadoras domésticas, una de las cuales tiene 90 años.
Esta es considerada la mayor acción para combatir este delito en la historia del país, no por el número de rescatados (en 2007, 1.064 fueron liberados en una sola finca), sino por la estructura, involucrados, el número de acciones fiscales simultáneas y la diversidad de actividades.
"No nos es posible seguir con empresas y particulares que ponen a un ser humano en trabajos análogos a la esclavitud. Necesitamos poner fin a esto, provocar la indignación de la sociedad para que diga basta, no es posible", afirmó el ministro de Trabajo y Empleo, Luiz Marinho, en rueda de prensa, el martes por la tarde.
Al evento asistieron representantes de las instituciones, como José de Lima Pereira, Procurador General del Trabajo. Marinho también destacó que la situación, además de costarle caro al pueblo brasileño, también podría cobrar un alto precio en la balanza comercial. "Una actividad económica que asume el riesgo de esta mancha pone en riesgo la imagen de nuestros productos", afirmó.
Según un informe gubernamental según actividades, el cultivo de café fue el que tuvo mayor número de rescates, con 98 víctimas, casi empatado con el cultivo de ajo (97). Le siguen el cultivo de cebollas (84), la extracción de carnauba (54), la producción de huevos (23), la producción de cerámica (22), la fabricación de alcohol (20), la prestación de servicios a restaurantes y afines, producción de carbón vegetal a partir de bosques plantados y cultivo de naranjas (17, cada uno), cría de ganado vacuno (15), confección de prendas de vestir (13), servicios domésticos y construcción civil (10, cada uno), entre otros.
Según el artículo 149 del Código Penal brasileño, cuatro elementos pueden definir aquí la esclavitud contemporánea: trabajo forzoso (que implica restringir el derecho de ir y venir), servidumbre por deudas (una servidumbre ligada a deudas, a menudo fraudulenta), condiciones degradantes (trabajo que niega la dignidad humana, poniendo en riesgo la salud y la vida) o el trabajo agotador (llevando al trabajador al agotamiento total dada la intensidad de la explotación, poniendo también en riesgo su salud y su vida).
Fuentes: Jornal Folha de São Paulo/UOL