Al participar ayer en una cumbre sobre democracia, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, resaltó la simbología de celebrar este encuentro en Chile, país que sufrió uno de los atentados más sangrientos de la historia.
En la reunión de alto nivel, Lula hizo alusión al golpe de Estado de 1973 contra el gobierno de Salvador Allende y el bombardeo contra el Palacio de La Moneda.
“Nuestros países conocen de cerca los horrores de las dictaduras que mataron, persiguieron y torturaron”, dijo el mandatario en una declaración a la prensa. También estuvieron los presidentes de Chile, Colombia y Uruguay, y el jefe del gobierno español.
En opinión del dignatario, en la actualidad los países enfrentan una ofensiva antidemocrática y es una tarea permanente velar por los intereses colectivos.
“La democracia liberal no ha sido capaz de responder a los anhelos y necesidades contemporáneas”, afirmó.
Lula advirtió de que cumplir el ritual electoral cada cuatro o cinco años ya no es suficiente, el sistema político y los partidos han caído en el descrédito y por esa razón es necesario fortalecer las instituciones.
1973 Se produjo un golpe de Estado en contra del gobierno de Salvador Allende.
AEP