Importancia. Especialistas y estudios académicos destacan que el Estado Plurinacional a partir de 2009 se convierte en un país con modelo integrador propio, pero con el reto de avanzar a la horizontalidad democrática comunitaria.
Hace 15 años, Bolivia asumió el reto histórico de construir colectivamente un “Estado Unitario y Social de derecho Plurinacional Comunitario, libre independiente (...) intercultural”, indica la Constitución Política de Estado (CPE), aprobada en una asamblea Constituyente en 2009 por el Pacto de Unidad conformado por organizaciones sociales matrices que lucharon desde tiempos de la Colonia por su liberación.
Hoy Bolivia cumple 199 años de su independencia, pero, a diferencia de la República, el Estado se ha posicionado en un modelo integrador, donde la interculturalidad, lo multiétnico y plural reside en sus 36 pueblos reconocidos por la nueva CPE y este reconocimiento es también una meta lograda por las organizaciones sociales, indígenas campesinas y originarias, agrupadas en el Pacto de Unidad, que en 2009 han refundado el país con una visión integradora, de equidad y construcción de una democracia comunitaria.
Para el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cioca), la diversidad cultural en Bolivia y con sus propias características hace del país una región única.
“El Estado Plurinacional se ha posicionado como el nuevo modelo integrador y no debería haber vuelta atrás”, señala Isabel Mamani Subirana, socióloga del Cipca Santa Cruz en su artículo La interculturalidad en Bolivia.
En su artículo, la socióloga considera que se debe retomar el diálogo intercultural, pero esta vez considerando que aún persisten relaciones no horizontales y está aún lejos “la armonización de los mutuos intereses. Situaciones que se tienen que subsanar, caso contrario no permitirán avanzar adecuadamente en la construcción de una Bolivia democrática, intercultural, equitativa y sostenible económica y ambientalmente”.
Los 36 pueblos diversos de Bolivia
En la Constitución Política del Estado están registrados los siguientes pueblos indígena originario campesinos: el aymara, quechua, guaraní, araona, baure, bésiro, canichana, cavineño, cayubaba, chácobo, chimán, ese ejja, guarasu’we, guarayu, itonama, leco, machajuyai, kallawaya, machineri, maropa, mojeño-trinitario, mojeño-ignaciano, moré, mosetén, movima, pacawara, puquina, sirionó, tacana, tapieté, toromona, nación uru-chipaya, murato e irohito, weenhayek, yaminawa, yuki, yuracaré y zamuco.
En cada uno de ellos reside una lengua propia diferente al del castellano, impuesta en la Colonia. También se diferencian, unos de otros, por sus costumbres, ritos, conocimientos ancestrales que los hacen diferentes, pero a la vez, se unen en una sola visión, en la construcción de la armonía para “vivir bien”, destaca la CPE.
En algunos estudios, como el elaborado en 2017 por la carrera de Lingüística de la UMSA y por sus características interculturales, Bolivia es un país “pluricultural, multilingüe, multiétnico, constituido, en su mayoría, por quechuas, aymaras y guaraníes”.
La Paz/AEP
