El artista se ha abierto camino no solo en el país, sino también en Estados Unidos y en Europa. Ahora continúa aprendiendo.
Muchos de los grandes expertos del país no se formaron en colegios ni universidades, sino gracias a un sistema de transmisión y generación de conocimiento que se enraíza en las comunidades. Es a ellos a quienes el Museo Nacional de Etnografía y Folklore busca reconocer en el proyecto Grandes Maestros de Nuestras Raíces.
Uno de los primeros será Wálter Melendres, maestro ceramista de Jesús de Machaca. Creador de los conocidos tilinchos, el artista se ha abierto camino no solo en el país, sino también en Estados Unidos y Europa, ha logrado avances muy importantes en cuanto a la investigación de pigmentos y continúa aprendiendo y enseñando.
“Es una persona que ha trabajado desde su niñez y continúa desarrollándose hasta la actualidad, es un gran maestro que ha seguido aprendiendo las técnicas ancestrales de cerámica; ha descubierto pigmentos arqueológicos y estos pigmentos arqueológicos, justamente, son trabajados en sus obras de arte”, explicó la directora del Musef, la artista e investigadora Elvira Espejo.
Espejo detalló que Melendres es un ejemplo particular por dos características; primero, que además de producir e investigar, está ligado a una labor educativa, que no descansa. Esto mismo conduce a la segunda característica: su apertura a dialogar y dar a conocer su conocimiento.
“Muchos maestros tienen una mala concepción, cuando nos acercamos. Piensan que solo queremos negociar con las investigaciones que realizamos a partir de su trabajo, pero no es así. Una herramienta importante para dar a conocer lo que producen es nuestra tienda, Jacha Musef, donde queremos exponer lo que realizan y darles el espacio para que puedan vender”, explicó la también productora textil.
El proyecto está compuesto por una muestra y por una investigación, de forma que la propuesta de cada uno de los maestros elegidos pueda ser presenciada y conocida a fondo. De esta manera, los productos del autor ingresarán oficialmente a ser vendidos en la tienda del Musef, dándole un lugar a cada conocedor, desde lo productivo, desde el ámbito académico y el didáctico también, gracias a la exposición.
Esta iniciativa es parte íntegra de la visión con la que Espejo lidera el Museo Nacional de Etnografía y Folklore, ya que busca revalorizar a aquellos exponentes del país que han desarrollado su propuesta desde lugares diferentes a los de la academia tradicional.
“Este proyecto —Grandes Maestras y Maestros de Nuestras Raíces— es una proyección a largo plazo, porque queremos revalorizar a nuestras maestras y maestros; porque son maestros que nunca han ido a la universidad y no han ido a la escuela, por esa razón nombramos así el proyecto, porque ellos han aprendido en su comunidad, han aprendido en su casa, han aprendido con abuelas, abuelos, o bien con una educación comunitaria. Entonces nunca han sido valorados”, detalló la directora.
Esto, explicó Espejo, después de que muchos expertos fueran tratados por investigadores de diferentes ámbitos casi como objetos a los cuales se les extrae información, pero no se les da el crédito que merecen. Lo que contribuye no solo a un silenciamiento de la voz de los representantes de muchas comunidades y pueblos, sino a la propagación de malas interpretaciones.
Este proceso de revalorización, que está presente en todos los proyectos encarados por el Musef, busca desarticular nociones eurocentristas y abrir espacio para propuestas que nacen de reflexiones profundas desde las voces de las propias culturas de los pueblos indígenas.
Naira C. De la Zerda/AEP