La Academia lució inconexo entre sus líneas, con poco volumen de juego ofensivo y algunos chispazos de buenas jugadas generadas por Ramiro Vaca y Francisco Da Costa.
Luego de un buen comienzo de Oriente, que temprano se puso en ventaja, Independiente sintió el golpe, reaccionó, tomó el control del campo de juego y de la pelota.