Aunque los portugueses ya estaban clasificados para la siguiente ronda y apelaron a un equipo alternativo, la victoria representó el mejor resultado para Georgia desde su nacimiento como país en 1991.
En los días previos al cotejo frente al seleccionado charrúa, Zago trabajó en la corrección de los errores que cometió el plantel en el primer encuentro, especialmente en la zona defensiva.








