El Jefe de Estado aseguró que el Gobierno nacional no escatimará los esfuerzos para combatir este problema, que afecta directamente al bolsillo de las familias bolivianas.
El presidente Luis Arce hizo ayer una inspección sorpresa en la localidad fronteriza de Desaguadero, en el departamento de La Paz, para verificar los controles que llevan a cabo las Fuerzas Armadas contra el contrabando a la inversa. Con su visita, el mandatario advirtió que este delito representa una amenaza constante para la economía del pueblo boliviano y enfatizó en la necesidad de reforzar las medidas de vigilancia.
“El control del contrabando, especialmente de salida o contrabando a la inversa, está en la mira y, evidentemente, están ahí las Fuerzas Armadas realizando controles. Sin embargo, también es claro que hay un asecho constante del contrabando en las inmediaciones de la localidad. Esto nos obliga a reforzar y mejorar los controles en frontera, y también a realizar visitas a otros puntos fronterizos por donde nuestros productos frecuentemente salen hacia otros países”, sostuvo Arce en contacto con la prensa.
El Jefe de Estado aseguró que el Gobierno no escatimará esfuerzos para combatir este problema, que afecta directamente al bolsillo de las familias bolivianas y amenaza a la producción nacional.
“Hemos visto que hay mucha gente dedicándose a esta actividad ilícita, pero si reforzamos el control, mejoramos y aumentamos la cantidad de efectivos en los diferentes puntos, lograremos el objetivo de evitar que salga contrabando”, afirmó.
Arce recordó que el contrabando en la región fronteriza no es un fenómeno nuevo.
“Estuve en Desaguadero después de muchísimos años. Cuando fui niño, recuerdo perfectamente ver el tránsito de mercancías de un país a otro en contrabando. No es algo nuevo, pero hoy está afectando a nuestra economía y debemos redoblar esfuerzos”, afirmó el dignatario.
El Presidente también hizo hincapié en el impacto negativo del contrabando a la inversa sobre sectores productivos estratégicos como la agricultura, la ganadería y la industria nacional.
La salida ilegal de productos como granos, hortalizas, carnes y derivados afecta directamente a la oferta interna, generando escasez y elevación de precios en el mercado local, lo que repercute en la economía familiar.
Acciones concretas para combatir el contrabando
Como parte de una estrategia integral, el gobierno del presidente Arce ha implementado acciones concretas.
Entre estas medidas clave destaca el refuerzo de personal, pues se aumentó el número de efectivos militares y policiales en las zonas fronterizas más vulnerables.
Se gestionó además una coordinación interinstitucional, que fortalecerá la cooperación entre las Fuerzas Armadas, la Aduana Nacional y el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando para ejecutar operativos más efectivos y constantes.
Arce aseguró que se intensificarán las visitas y controles en otras fronteras críticas.
Impacto en la economía
El contrabando a la inversa, que consiste en la salida ilegal de productos bolivianos hacia otros países, genera pérdidas millonarias para el Estado y perjudica la economía de las familias bolivianas.
Sectores como el de alimentos, textiles y manufacturas se ven especialmente afectados, ya que sus productos salen sin regulación alguna, reduciendo la oferta interna y generando distorsiones en los mercados locales.
“El contrabando a la inversa debe ser combatido porque nuestros productos, resultado del trabajo de toda la familia boliviana, no pueden salir ilegalmente a otros países”, concluyó Arce.
Reafirmó así su compromiso de proteger la producción nacional y garantizar que los esfuerzos de los productores bolivianos se traduzca en beneficios para la economía interna.
La inspección en Desaguadero forma parte de las acciones del Gobierno para fortalecer la lucha contra el contrabando, un problema que no solo afecta a la economía nacional, sino también a la seguridad alimentaria y el trabajo de los productores locales.
La Paz/AEP
