Esta situación fomentó espacios de especulación en los precios de los alimentos, dificultando el acceso de las familias a algunos productos básicos.
El ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, alertó en octubre de 2024 de los severos efectos que la inflación importada ha generado en la economía boliviana durante toda la gestión. Este fenómeno global, sumado a la crisis climática, ha desatado un incremento sostenido en los precios de los productos importados, afectando el bolsillo de los ciudadanos y fomentando el contrabando de alimentos bolivianos hacia países vecinos, donde los precios son considerablemente más altos.
“La inflación internacional ha llevado a que los productos importados lleguen a Bolivia con precios más altos. Al mismo tiempo, nuestros alimentos, que son más económicos, son llevados a otros países, generando desabastecimiento en el mercado interno”, explicó Cusicanqui.
La disparidad de precios entre Bolivia y países vecinos como Argentina, Brasil, Paraguay, Chile y Perú ha incentivado un fenómeno conocido como “contrabando a la inversa”. Mientras en Bolivia los alimentos básicos mantienen precios accesibles gracias a políticas públicas y subsidios, en las naciones vecinas estos productos alcanzan valores hasta tres veces mayores.
Precios en contraste
El ministro Cusicanqui expuso ejemplos concretos que reflejan esta discrepancia alarmante.
El kilo de tomate en Bolivia cuesta Bs 8, mientras que en Argentina alcanza los Bs 20; la cebolla, vendida a Bs 6,60 en Bolivia, sube a Bs 13,10 en Argentina y Bs 12,90 en Paraguay; la papá, cotizada a Bs 4,20 en Bolivia, pero supera los Bs 12 en Argentina y Brasil; el azúcar que en Bolivia cuesta Bs 6,80, en Perú y Argentina supera los Bs 9; la carne molida de res, vendida a Bs 30,70 en Bolivia usualmente, en Chile llega a Bs 73 y en Perú a Bs 44; el aceite, comercializado a Bs 12 en Bolivia, sube a Bs 23,60 en Brasil y el arroz, cotizado en Bs 11,80 en Bolivia, alcanza los Bs 21,20 en Argentina.
“La diferencia de precios es un incentivo directo para el contrabando de alimentos. Este fenómeno no solo afecta la disponibilidad de productos en el mercado interno, sino que también genera presión sobre los precios locales, dificultando el acceso de muchas familias a los alimentos básicos”, advirtió el ministro.
Ante esta situación, el Gobierno, liderado por el presidente Luis Arce, durante 2024 ha intensificado las medidas para controlar el contrabando con operativos en las principales fronteras del país. Estas acciones, en coordinación con las Fuerzas Armadas y la Aduana Nacional, han logrado incautar miles de quintales de productos como maíz, azúcar y arroz, que estaban destinados a ser trasladados ilegalmente al exterior.
“La prioridad del Gobierno es garantizar que los productos alimenticios estén al alcance de los ciudadanos a precios justos”, reiteró Cusicanqui, destacando que se han redoblado los esfuerzos para proteger el abastecimiento interno.
Un desafío económico complejo
Además del contrabando, la crisis climática ha reducido la capacidad productiva de varios sectores agrícolas en Bolivia, lo que ha agravado el desabastecimiento en ciertas regiones. Este escenario de desafíos múltiples ha complicado aún más la lucha contra la especulación y la inflación, impactando especialmente a las familias de menores ingresos.
Cusicanqui enfatizó en que la lucha contra la inflación importada y el contrabando requiere un enfoque integral.
“Estamos trabajando en la implementación de políticas que no solo controlen estos problemas, sino que también fortalezcan la producción local y garanticen un mercado estable”, afirmó.
Perspectivas hacia el futuro
El Gobierno del presidente Luis Arce prevé continuar fortaleciendo la seguridad alimentaria a través de medidas como incentivos a la producción agrícola, subsidios al transporte de alimentos y campañas de sensibilización sobre los efectos del contrabando. Si bien el panorama es complejo, las autoridades confían en que la combinación de estas estrategias permitirá superar los retos económicos y sociales derivados de la inflación global y el contrabando, asegurando el acceso a los alimentos para toda la población boliviana.
La Paz/AEP
