El ministro Yamil Flores demandó a la Asamblea aprobar el proyecto de financiamiento externo para sanear las tierras en el país.
El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, condenó las recientes tomas ilegales de tierras en la provincia Guarayos de Santa Cruz, calificándolas como actos “delincuenciales” que atentan contra la seguridad jurídica que el gobierno del presidente Luis Arce garantiza a productores y empresarios agropecuarios. Demandó a la Asamblea aprobar el proyecto de financiamiento externo para sanear las tierras en el país.
“No podemos permitir este tipo de actos en Santa Rita y San Fernando. El Gobierno está comprometido en cuidar el patrimonio y la producción de los productores privados, reafirmando la estabilidad jurídica en todo el país”, declaró Flores.
El ministro reiteró su llamado a la Asamblea Legislativa para que aprobara un crédito externo de $us 43 millones, destinado a concluir el proceso de saneamiento de tierras e implementar un moderno sistema de monitoreo satelital. Este sistema permitirá detectar irregularidades y fortalecer la seguridad jurídica en el sector agroproductivo.
Flores enfatizó en que el Gobierno no permitirá ningún tipo de afectación a los productores privados y reforzará las medidas para prevenir avasallamientos.
“Estos recursos son esenciales para culminar el saneamiento y evitar conflictos sobre la propiedad de tierras”, puntualizó.
El crédito pendiente en la ALP también incluye la creación de herramientas tecnológicas avanzadas que permitan monitorear el uso y ocupación de tierras en tiempo real, consolidando la transparencia y confianza en la administración territorial.
Con estas acciones, el Gobierno busca consolidar la estabilidad productiva del país y garantizar un clima favorable para el desarrollo del sector agropecuario, pilar fundamental de la economía boliviana.
El viernes, 300 efectivos se desplazaron a Santa Rita para desalojar a 200 personas que habían invadido el área y construido 60 chozas, obstruyendo la cosecha en un predio cultivado de 6.000 hectáreas donde trabajaban los agricultores.
El sábado, los avasalladores regresaron armados con palos, machetes, petardos, piedras y armas de fuego, amenazando y agrediendo tanto a los policías como a los trabajadores que estaban desarrollando labores de cosecha en Santa Rita.
La Paz/AEP