También se tiene ya la construcción de la Planta de Tratamiento de Agua para Uso Industrial del complejo industrial.
La Planta de Carbonato de Litio en Llipi, Potosí, empezó la “etapa de pruebas”, para próximamente iniciar la fase de producción. El 17 de agosto se hizo una inspección técnica y se verificó la conclusión de las obras civiles y mecánicas de la obra, informó el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina.
“Yacimientos de Litio Boliviano se encuentra en una etapa de arranque de la planta y para ello, lógicamente, hay algunas actividades muy importantes, significa que todos los equipos que están recepcionados provisionalmente puedan entrar en operaciones y cargas, insumos y materia, para estabilizar la planta, este proceso ya fue iniciado”, explicó en Bolivia Tv.
Aunque no hay una fecha precisa para el inicio de operaciones de producción, Molina informó que están encaminados los trabajos para la próxima producción de carbonato de litio.
La construcción de la factoría industrial demandó una inversión de $us 130 millones y tendrá una capacidad de producción de al menos 15.000 toneladas (t) por año.
El carbonato de litio es una materia prima para la fabricación de baterías y ante la creciente producción de vehículos eléctricos, la demanda de éste y otros derivados de litio se disparó en el mercado internacional.
También se tiene ya la construcción de la Planta de Tratamiento de Agua para Uso Industrial del complejo industrial.
Molina explicó que están en prueba de equipos, “para comenzar las pruebas funcionales y, a partir de allí, tener un régimen de estabilización de la planta”.
Bolivia encara la industrialización del litio en Potosí con la puesta en marcha de plantas de cloruro de potasio, carbonato de litio, cátodos y baterías, a escala piloto e industrial, cuya producción es comercializada en los mercados nacional e internacional.
También está en marcha la puesta en marcha de la tecnología EDL. En enero, YLB firmó un acuerdo con el consorcio chino CBC (Catl Brunp & Cmoc) y en junio, con la Corporación Citic Guoan (perteneciente a Citic Group de China) y la empresa Uranium One Group (perteneciente a la Corporación Rosatom de Rusia), para desarrollar la tecnología con una inversión de $us 2.800 millones.