El presidente detalló que la falta de inversión en exploración hidrocarburífera generó una caída en la producción de gas natural en 40%, mientras que la producción de petróleo cayó en 54%.
El presidente Luis Arce explicó anoche que el descuido en la nacionalización de los hidrocarburos y la falta de inversión en proyectos de exploración fueron las principales causas de la escasez de dólares en la economía boliviana. Arce afirmó que esta situación generó una iliquidez significativa en el país.
“El principal problema que explica la falta de dólares y combustibles en Bolivia es que no se cuidó adecuadamente la nacionalización de los hidrocarburos y no se invirtió en exploración. Esto resultó en una caída en la producción de combustibles”, precisó el Jefe de Estado.
Detalló que en 2014 Bolivia producía 18,6 millones de barriles de petróleo al año, hasta bajar a 8,6 millones de barriles anuales en 2023.
“La reducción fue de diez millones de barriles en la producción de petróleo”, indicó el Presidente.
En términos porcentuales, esta disminución representa una caída del 54% en la producción de petróleo desde 2014 hasta 2024.
También mencionó una tendencia similar en la producción de gas natural.
“En 2014 produjimos 21.766 millones de metros cúbicos de gas natural; mientras que en 2023 la producción fue de 13.122 millones de metros cúbicos”, advirtió Arce.
Esto refleja una disminución del 40% en la producción de gas natural en diez años.
Arce explicó que esta caída en la producción de petróleo y gas se debe principalmente al agotamiento de los campos existentes, sin que se hayan desarrollado nuevos para reemplazar la producción perdida.
“El agotamiento de los pozos no se ha compensado con la exploración y el descubrimiento de nuevos campos. Esta falta de acción durante el periodo anterior ha llevado a la situación actual”, afirmó el mandatario.
Destacó que en la producción de gas natural se han utilizado principalmente los campos de Margarita, Incahuasi, Sábalo, San Alberto y Yapacaní.
“Estos campos presentan una curva de producción con un pico alto que luego disminuye. El ciclo de un pozo petrolero o gasífero incluye un auge seguido de un descenso. Deberían haberse realizado inversiones en exploración para reemplazar los campos agotados. Esto no se hizo, lo que evidencia el descuido en la nacionalización de los hidrocarburos”, señaló Arce.
Advirtió de que esta situación está afectando la disponibilidad de divisas en el país.
“Con una mayor producción, exportábamos más y recibíamos más dólares; ahora, con una producción reducida, exportamos menos y recibimos menos dólares”, explicó.
El Presidente relató que la disminución en la producción de petróleo y condensado de petróleo redujo la producción de gasolina y diésel.
“Se requieren al menos siete años para madurar un proyecto hidrocarburífero. Por lo tanto, estamos viviendo las consecuencias de lo que no se hizo hace siete años”, añadió.
En cuanto a las exportaciones, Arce destacó que en 2013 Bolivia exportaba 16.953 millones de metros cúbicos de gas natural, generando ingresos de $us 6.113 millones. Para 2023, la exportación se redujo a 8.062 millones de metros cúbicos, con ingresos de $us 2.050 millones.
“Es evidente que la disminución en la exportación de gas, que era la principal actividad económica del país”, concluyó el Jefe de Estado.
Se advierte una mayor dependencia de LA importación de combustibles
El presidente Luis Arce explicó que la caída en la producción de hidrocarburos, causada por la falta de inversión en exploración, incrementó la dependencia de Bolivia en la importación de combustibles; a ello se suma el alza de los precios internacionales de los combustibles.
“En 2014 consumíamos 8,8 millones de barriles de gasolina al año, de los cuales el 78 por ciento era producido por nuestros pozos petroleros. Solo importábamos el 22 por ciento de gasolina”, señaló.
Desde entonces, el consumo interno ha aumentado, impulsado por un mayor número de vehículos tanto en las ciudades como en el campo.
“El año pasado el consumo llegó a 14,5 millones de barriles de gasolina, pero la producción nacional cayó al 44 por ciento, lo que nos obliga a importar el 54 por ciento”, añadió el mandatario.
También describió un panorama similar en la demanda de diésel.
En 2014, el país requería 11,4 millones de barriles al año, de los cuales el 50% era de producción local. Sin embargo, para 2023, el consumo subió a 15 millones de barriles, pero la producción interna solo cubrió el 14%, lo que llevó a importar el 86% del diésel necesario.
“Cada vez necesitamos importar más gasolina y diésel, lo que significa que se requieren más dólares. Este problema tiene su origen en la falta de exploración del pasado, y ahora enfrentamos sus consecuencias”, subrayó Arce.
En términos porcentuales, la importación de combustibles aumentó en 127%.
Además Arce destacó que los precios internacionales del petróleo se incrementaron considerablemente en los últimos años.
“Estamos importando mayores volúmenes de combustibles a precios más altos. En 2019, las importaciones de gasolina y diésel costaron 1.447 millones de dólares; pero, en 2023, el gasto subió a 2.881 millones, y en 2022 pagamos 2.999 millones de dólares por el consumo del pueblo boliviano”, dijo el mandatario.
Reafirmó que si se hubiera invertido en exploración hace siete años, hoy habría una mayor cantidad de producción y una menor cantidad de importaciones.
EL Gobierno plantea respuestas con exploración, biodiésel e incentivos a los privados
El gobierno del presidente Luis Arce presentó diversas estrategias para abordar los problemas estructurales en la producción de combustibles, basadas en la exploración hidrocarburífera, la producción de biodiésel y los incentivos al sector privado.
“Tenemos 56 pozos que están bajo la atención del Gobierno nacional en diferentes departamentos”, señaló Arce.
Estos pozos se distribuyen de la siguiente manera: tres en Pando, cuatro en La Paz, uno en Cochabamba, 11 en Chuquisaca, 21 en Santa Cruz y 16 en Tarija.
Arce explicó que, al identificar la falta de exploración como el principal problema, el Gobierno decidió invertir en esa área. Entre 2010 y 2019 se aprobaron siete pozos, pero solo se ejecutaron cuatro.
“En nuestro periodo de gobierno hemos aprobado 26 pozos y estamos ejecutando 16 de ellos, en tres años”, detalló.
De esos 16 pozos, se reportan seis como exitosos, entre ellos está el megacampo Mayaya X1, Yarará-X1, Yope-X1, Yarará-X2, Remanso-X1 y Huayco-X1.
Además se instruyó a las subsidiarias de YPFB, como YPFB Chaco, intensificar los trabajos de exploración en proyectos como San Ignacio-X1, Churumas-X2, Los Monos-X12, Aguaragüe Centro-X1, Florida-X2 y Los Monos-X13.
También destacó la participación del sector privado, como la empresa Vintage, que explora en Chaco Este-X7D, Chaco Este-X9D, Chaco Este-X5D y Chaco Oeste-X1. Mientras que la empresa Fluxus está involucrada en dos proyectos de exploración en Curiche-X1010 y Curiche-X1011.
El Presidente aseguró que su administración continuará promoviendo la inversión en exploración a través de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
“Además de mejorar los pozos actuales para aumentar la producción de gas y petróleo, estamos apostando por la exploración y ya estamos mostrando resultados positivos”, subrayó Arce.
Otra estrategia del Gobierno se enfoca en la producción de biocombustibles a partir de aceites vegetales.
“Nuestra primera planta de biodiésel en Santa Cruz ya está operativa desde marzo de este año, con una producción de 1.500 barriles diarios de diésel”, indicó el mandatario. Añadió que se encuentra en construcción una segunda planta en El Alto, que producirá otros 1.500 barriles diarios, y que la planta HBO en Puerto Suárez, con tecnología mejorada, producirá 9.000 barriles diarios.
Arce también resaltó los incentivos para el sector privado mediante el Decreto Supremo 5197, que establece arancel cero para la importación de equipos destinados a la producción de biodiésel. Además, presentó el proyecto de Ley de Incentivos y Desburocratización para la Exploración y Explotación de Hidrocarburos, que actualmente está en tratamiento en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
Finalmente, el mandatario destacó las negociaciones con países proveedores de combustibles, en busca de contratos más favorables y a largo plazo.
La Paz/AEP
