La autoridad explicó que, únicamente logrando la soberanía económica, “podremos alcanzar la plena soberanía política”.
La Paz, 08 de noviembre de 2023 (ABI). – En presidente Luis Arce afirmó este miércoles que el fin de la industrialización de los recursos naturales y las materias primas, en Bolivia, la finalidad es “construir una economía de base ancha, sólida, diversificada, integrada, con soberanía industrial”.
Durante su informe ante la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), por sus tres años de gestión, el mandatario señaló que el modelo económico fue creado para dar independencia económica; por ello, desde el primer día en que asumió la Presidencia, se define como el “Gobierno de la Industrialización”.
“Y nos preparamos para llevar a cabo esta política, sueño, con el fin de construir una economía de base ancha, sólida, diversificada, integrada, con soberanía industrial, fortaleciendo el mercado interno para acelerar el desarrollo integral de nuestro país, promoviendo la independencia económica a partir del aprovechamiento de las enormes capacidades y potencialidades productivas de nuestro Estado Plurinacional de Bolivia, generando además empleo e ingresos para las bolivianas y bolivianos”, dijo.
La autoridad explicó que, únicamente logrando la soberanía económica, “podremos alcanzar la plena soberanía política” tomando en cuenta que la industrialización en el país “no es tarea fácil, pero es exactamente lo que necesita la economía y las familias”.
Arce explicó que la estrategia de industrialización para sustituir importaciones, tiene dos líneas convergentes y complementarias: la masiva, con la que se aprovechan las potencialidades productivas que hay a lo largo y ancho del territorio nacional; y la estratégica, concentrada en el aprovechamiento de los recursos naturales como el litio, minerales, tierras raras, el hierro del Mutún, la industria de la química básica, biofarma, biotecnología “al servicio de la producción y reproducción de la vida, y no del capital”.
Asimismo, la autoridad denunció que el sometimiento económico, previo al Proceso de Cambio, condicionó la estructura económica de Bolivia y la deformó para ofrecer un solo destino o condena como país, el de exportador de materias primas.
“También nos afectó en el ámbito del conocimiento, nos impidió acceder a tecnologías de punta y, lo más trágico, a desarrollar conocimientos propios con base en nuestras inteligencias, capacidades y conocimientos ancestrales”, lamentó.
Manifestó que el capitalismo y colonialismo “limitó por cerca de dos siglos en el tipo de organización de la economía y en la estructuración de una forma de pensar. Es por ello el carácter anticapitalista, antiimperialista, antineoliberal, anticolonial y antipatriarcal del proyecto de transformación revolucionario que lleva adelante el Gobierno”.
