El Presidente señaló que la guerra entre Rusia y Ucrania derivó en que Bolivia deba pagar un precio “descomunal” por los combustibles.
La Paz, 28 de noviembre de 2023 (AEP).- El presidente Luis Arce afirmó ayer que Bolivia paga un precio “descomunal” por la importación de combustibles como efecto de la guerra entre Rusia y Ucrania, y que quien no entienda esto “ignora” el manejo de la economía de un país.
La primera autoridad del país explicó que Bolivia depende de la importación de petróleo, diésel y gasolina, que se constituye en “una parte importante” para el desarrollo de muchas actividades.
“Sin el diésel no hay agricultura, no hay transporte, por lo tanto, estos elementos son importantes, y el precio que estamos pagando ahora es descomunal, producto de la guerra. Por lo tanto, el que no entienda que hay efectos positivos y negativos de la guerra, y que América Latina y nuestro país están sufriendo un efecto negativo de los precios del petróleo, simplemente ignora cómo se maneja la economía de un país”, dijo durante el acto de posesión de la nueva ministra de Relaciones Exteriores, Celinda Sosa, en La Paz.
Poder adquisitivo
Indicó que el Gobierno es “muy consciente” de la situación y por ello ha preservado el poder adquisitivo de la moneda nacional. “El sacrificio que está haciendo el Gobierno es que la inflación internacional no llegue a nuestro país, y por eso, pese a todo, estamos gozando de esta estabilidad económica que muy pocos países pueden hacer, por una decisión política del Gobierno de mantener el poder adquisitivo y defender a los más pobres, a los más desposeídos”.
Plantas de biodiésel
No obstante, dijo, los efectos serán contrarrestados pronto con la inauguración y puesta en marcha de las plantas de biodiésel en el país, las primeras en Santa Cruz y El Alto, y, posteriormente, la planta de HVO (vegetal hidrotratado).
“(La planta de HVO) es una industria también importante para sustituir la importación de crudo, porque esa es la medida que debería hacerse inicialmente”, refirió. Añadió que el objetivo es tratar de resolver la importación de líquidos “gradualmente”.
Asimismo, indicó que el país se encuentra en proceso de ingresar a la fase de industrialización de minerales “tan anhelada”, con la construcción de la Planta de Zinc en Oruro, y una segunda que se proyectó en el departamento de Potosí.
“Si bien hay algunos precios de los minerales que empiezan a tener algún incremento, la producción de la minería, por falta de inversión previa, no ha reaccionado como debería; gradualmente, más bien, Bolivia va a entrar a la industrialización tan anhelada con la Planta de Zinc”, señaló.
