El Jefe de Estado recordó que, además de la dependencia por la importación de diésel y gasolina, Bolivia ahora enfrenta el “incremento descomunal” de los precios de los carburantes; sin embargo, el Gobierno mantiene la subvención a pesar de la crisis internacional.
La Paz, 27 de noviembre de 2023 (AEP-Digital).- El presidente Luis Arce Catacora afirmó este lunes que su gobierno protege a Bolivia de la inflación internacional en un contexto en el que varios países enfrentan el incremento de los precios de materias primas a causa de la guerra entre Ucrania y Rusia. Aseguró que, pese a que el Estado boliviano goza de estabilidad, no está exento del nocivo daño que causa la ofensiva y anunció la pronta inauguración de plantas de diésel para acabar con la dependencia de la importación de combustibles.
“El sacrificio que está haciendo el Gobierno nacional es que la inflación internacional no llegue a nuestro país; y, por eso, pese a todo estamos gozando de esta estabilidad económica, que muy pocos países pueden hacerlo, por una decisión política del Gobierno de mantener el poder adquisitivo y defender a los más pobres, a los más desposeídos del país”, dijo el Jefe de Estado durante la posesión de la nueva ministra de Relaciones Exteriores, Celinda Sosa.
Recordó que el Estado Plurinacional, desde hace muchos años, ha tenido una dependencia por la importación de diésel y gasolina. En la tarea de gradualmente acabar con esa dificultad, enfatizó que, de un tiempo a esta parte, su gobierno enfrenta, también, el “incremento descomunal” de los precios de los carburantes, a causa del conflicto bélico; sin embargo, mantiene la subvención a pesar de la crisis internacional.
Aseveró que quien no entienda que hay efectos positivos y negativos de la guerra, y “que América Latina y nuestro país está sufriendo un efecto negativo de los precios del petróleo, simplemente ignora cómo se maneja la economía de un país”.
Manifestó que el Gobierno nacional contrarresta los efectos de la crisis internacional con políticas que apuntan a resolver “los problemas estructurales” como la importación de combustibles y “no los problemas superficiales, que no son la solución correcta y real para la economía boliviana”.
En ese contexto, destacó que Bolivia pronto ingresará a la era de la industrialización con la inauguración de las plantas de biodiésel en Santa Cruz y El Alto, así como con la puesta en marcha de las factorías de hidrotratamiento de aceites vegetales (HVO, diésel renovable), para sustituir la importación de crudo. Lo que situará a Bolivia como pionero en Latinoamérica, en producción de un combustible amigable con el medioambiente y de alta calidad.
Por otra parte, indicó que, dentro de poco, si bien la producción de la minería por falta de inversión previa no ha reaccionado como debería, gradualmente “Bolivia ingresará a industrialización tan anhelada con la planta de zinc”, que cuenta con un importante avance en Oruro y se que prevé construir otra en el departamento de Potosí.
“En estos momentos el planeta vive un cambio histórico de agentes internacionales, donde se reconfigura el planeta, Bolivia tiene que estar ahí presente como lo hemos estado anunciando de manera activa y muy participativa”, enfatizó Arce.
Destacó que esta división del planeta hace que el país poco a poco busque sus propios intereses y su propio horizonte, y el “Gobierno boliviano ha identificado en ese nuevo bloque la oportunidad de desarrollo para consolidarse como un país muy importante, no solamente en la industrialización y exportación de materias primas, sino sobre todo en la exportación de alimentos, “que hoy por hoy gradualmente se está convirtiendo en un elemento central para la economía mundial”.