El chofer dijo que no solo se trata de una pérdida material, sino también de una herramienta de trabajo para sostener a su familia.
Entre llanto y notablemente afectado por lo sucedido, el chofer del bus que transportaba a los policías que llegaron hasta el municipio de Llallagua el miércoles contó cómo quemaron su vehículo con una dinamita y relató que el impacto por poco le llega a él también.
“Lo han dinamitado, casi a mí más me ha dado”, relató entre sollozos. Dijo que al llegar al municipio, desde los cerros los bloqueadores comenzaron a descender con piedras, dinamitas y disparos.
“Yo me he asustado y no quería abandonar la flota, no quería, y mi hijo me dijo: ‘Vamos, vamos’. A mi espalda ya había estado la gente, de ahí me han agarrado a patadas”, recordó desconsolado. Agregó que aún le dolía el cuerpo, sobre todo la espalda.
Contó que los comunarios de los ayllus al golpearlo le decían: “Esto quieres”.
El chofer dijo que no solo se trata de una pérdida material, sino también de una herramienta de trabajo para sostener a su familia y lamentó que estas personas no entendieran las explicaciones que él dio para que no quemaran el bus, por que recién lo había comprado.
AEP